«Es el último esfuerzo que pedimos a los ciudadanos esta legislatura», ha prometido hoy el diputado del PP Antoni Camps en referencia a los impuestos sobre envases, grandes superficies y vehículos de alquiler que implantará el Govern balear.
Ante el debate mañana en el pleno del Parlament de las enmiendas a la totalidad de la oposición a la ley de nuevos gravámenes, Camps ha subrayado que el incremento de la presión fiscal ya sido inevitable dada la situación en que la izquierda dejó el Govern balear y por el sistema de financiación «nocivo» que padece el archipiélago.
El diputado del grupo mayoritario ha resaltado el convencimiento de su partido y del Govern de que los 135 millones de euros que se recaudarán con los nuevos impuestos, junto con el de patrimonio y el aumento del canon del agua, serán suficientes para «equilibrar la situación».
Ha incidido además en que el proyecto legislativo ha llegado al Parlament después de «muchísimas reuniones con los sectores afectados» en las que se han introducido mejoras, aunque ha admitido que no han logrado «el respaldo» del empresariado.