El PP ha asegurado este lunes que los nuevos impuestos medioambientales van «en favor de las familias» ya que tratan de garantizar sus «servicios sociales, sanitarios y educativos» y ha aseverado que «aunque se flexibilizara el objetivo de déficit se seguirían aplicando a pesar del desgaste político».
La portavoz de la formación 'popular' en el Parlament, Mabel Cabrer, ha incidido en rueda de prensa que dichos impuestos, cuya entrada en vigor se llevará a cabo a principios de mayo (un mes más tarde de lo previsto inicialmente), son «medidas transitorias y provisionales».
Cabrer ha afirmado que «en seguida que haya un margen de mejora, la carga fiscal se reducirá» y ha añadido que «si hay margen de maniobra para negociar», lo harán ya que su partido «no cree en la subida impositiva como una herramienta para la activación de la economía».
En este sentido, ha lamentado «la introducción de una carga fiscal para poder seguir con el ajuste de las cuentas públicas y garantizar una reactivación económica lo más rápida posible».
Así, ha destacado que podían «haber apostado por subir el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que sí que afecta a la clase media de Baleares» pero, según ha dicho, se ha optado por que «determinados sectores (el impuesto se aplica a envases, grandes superficies y a coches de alquiler) contribuyan en este esfuerzo».
«Actitud irresponsable, infantil y pueril»
Además, ha asegurado que seguirán «haciendo las reformas que sean necesarias para garantizar la estabilidad económica de la Comunidad» y ha aseverado que siguen esperando «a que la oposición presente alguna propuesta o alternativa» porque «lo único que hacen es decir que no a todo con una actitud irresponsable, infantil y pueril».
Respecto a la flexibilización del déficit, Cabrer ha pedido «seriedad a la oposición» aunque ha admitido que «todo es planteable» pero ha incidido en que exigirlo ahora «parece más una justificación de la izquierda para tapar sus vergüenzas ante su fracaso en el control del déficit y frente al éxito del presidente del Govern, José Ramón Bauzá».
Así, ha planteado que aunque hubiera habido una flexibilización real que hubiera permitido el 1,8%, hubieran tomado las medidas que han puesto en marcho de todas maneras ya que tienen «un rumbo marcado».