Un documento que está incorporado al sumario de la trama Nóos revela que se diseñó una estrategia para encubrir que Iñaki Urdangarin dirigía la Fundación Cultura y Deporte. En base a investigaciones efectuadas y declaraciones de testigos e imputados, la Fiscalía Anticorrupción cree que la citada trama se programó desde la Casa Real. Este es, entre otros, uno de los motivos por los que se ha citado a declarar a José Manuel Romero, conde de Fontao, que es asesor jurídico de la Casa Real.
La creación
La Fundación Cultura y Deporte se creó entre finales de 2006 y principios de 2007 e intervino en los tramites legales el abogado catalán Ramón Bergós.
Cuando declaró ante el juez y el fiscal, el letrado dijo que Urdangarin y el conde de Fontao tuvieron una discusión, motivada porque el segundo le decía al yerno del Rey que no podía figurar como uno de los dos responsables -el otro era Diego Torres- de la mencionada fundación. Dicho organismo recibió 140 mil euros de la candidatura Madrid-2016.
A partir de ahí, y cómo que el duque no quiso entrar en razones, se hizo un argumentario de catorce folios en los cuales se le explica, entre otras cosas, cómo tiene que comportarse y qué puede decir y qué no cuando se le pregunte por su cargo y relación con la fundación. Oficialmente el cargo de Urdangarin era el de consejero asesor.
Así, bajo el título ‘Argumentario, una estrategia de presentación de la Fundación', se escriben frases como éstas: «Lo razonable es decir que uno no lidera la iniciativa, sino que se ha sumado a ella como uno más. No hay problema en decir que se es ‘miembro de la Fundación', junto con otros deportistas y personas de la cultura relevantes. Sin embargo, defender la Fundación con el ardor propio de un fundador, desde la posición de consejero, puede ‘cantar'». Después del párrafo descrito aparece éste comentario de Iñaki Urdangarin: «He testado la explicación entre allegados y me dicen que no entienden cómo es que defiendo tan fuertemente la Fundación si sólo soy un consejero asesor».
Y la respuesta al duque es inmediata: «Revisándolo a la luz de la teoría de la ‘aguja hipodérmica' (H. Lasswell, modelo conductista de estímulo-respuesta), hay que valorar quién dice qué, a quién, por qué medio y con qué efecto». A continuación se dan respuestas concretas a cada una de las cuestiones planteadas. Por ejemplo se indica que «al menos en un inicio, se podría plantear el papel de Iñaki como el de un ‘embajador honorario' del tipo de los que existen en las Naciones Unidas».