El titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palma, José Castro, investiga desde el pasado mes de diciembre y bajo secreto de las actuaciones un posible ‘pirateo'de los correos electrónicos contenidos en el disco duro el despacho que llevaba las cuentas y fiscalidad del Instituto Nóos por parte de un ingeniero, Matías Bevilacqua, de la empresa CF Labs, que actuó siguiendo instrucciones de Mario Pascual, abogado de Iñaki Urdangarin.
Tras el interrogatorio a Bevilcqua, que se identificó como colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los investigadores no han logrado reunir pruebas concretas de la comisión de un delito y, en caso de no avanzar en las pesquisas, la causa enfila hacia su sobreseimiento provisional, según las fuentes consultadas por este diario.
El ingeniero, que se presentó como asesor externo del CNI, cargo que ha desempeñado en los últimos diez años, no convenció a la comisión judicial desplazada desde Palma a Barcelona. Dijo que había recibido el encargo de ordenar y clasificar los e-mails, un total de 30.000, que corresponden a las distintas actividades de Nóos cuando lo presidían Urdangarin y Diego Torres, ambos imputados.
Los investigadores sostienen que Bevilacqua pertenece al CNI, con el que contrataba asesoramiento en trabajos de software e informática.
E-mails
Mario Pascual, admitió ayer que solicitó los servicios de una empresa «para que pusiera en orden los ‘mails'» que recibió del Juzgado de Instrucción 3 de Palma que instruye el ‘caso Nóos', aunque ha negado que contratara a un informático del CNI, según informa Europa Press.
No obstante, la sociedad que contrató pertenece Matías Bevilacqua, que colaboró con el CNI hasta el año 2008.
Al ser preguntado si estaba al corriente de que el informático contratado colaboraba con el CNI, el abogado de Iñaki Urdangarin indicó, en unas declaraciones a la entrada de su despacho: «No lo sabía yo esto, me sorprende».
Pascual Vives indicó que eligió a la empresa CFLabs para hacer el seguimiento de los correos electrónicos, después de haber escuchado una charla en la que ofrecían sus servicios. El letrado dijo que decidió contratar a esta empresa «en enero del año pasado, «antes de la declaración de Urdangarin», tras la elevada cifra de e-mails sobre los que interrogaba el juez.
Centenares de correos electrónicos han sido utilizados por el exsocio de Urdangarin, Diego Torres, en momentos críticos de la investigación del ‘caso Nóos'.
Muchos de ellos, son comprometedores para el propio Urdangarin, su esposa, la infanta Cristina y la Casa Real. Torres los hizo públicos para desvincularse de las principales decisiones adoptadas en Nóos.