La Interpol emitió una orden internacional de detención contra la ciudadana brasileña Regina da Costa inmediatamente después de conocer su estrecha vinculación con sociedades creadas en Palma y utilizadas como vía de financiación por la organización terrorista Al Qaeda.
La orden se cursó tarde, ya que a pesar de que agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) mantuvieron a Da Costa bajo vigilancia en la capital balear por petición expresa del Federal Bureau of Investigation (FBI), la sospechosa pudo escapar. Según las fuentes judiciales consultadas por este diario, los agentes no llegaron a detenerla debido a que llegaron la conclusión, errónea en ese momento (2007), de que solo se trataba de una simple testaferra, y que no desempeñaba un papel relevante en el entramado de financiación de Al Qaeda.
Da Costa creó un centenar de sociedades panameñas en un piso de Porto Pí con el objetivo de blanquear dinero, según consta en el sumario de la 'operación Relámpago' que investiga el titular del Juzgado de Instrucción 7 de Palma, Antoni Garcías, la Fiscalía Anticorrupción, el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria.
Una de las sociedades administradas por Da Costa -Bridge Global Investement- fue empleada por terroristas saudíes en sus actividades en Estados Unidos.
Un informe de Hacienda incorporado al sumario revela todos los movimientos de capitales realizados a través de la empresa creada en Palma.