El informe sobre la calidad del aire ambiente en Baleares de 2010 presenta, en general, datos positivos que oscilan, en la mayoría de contaminantes, entre una calificación de buena y excelente, salvo en el caso de las partículas en suspensión en la zona centro de Palma.
Los resultados del estudio, procedentes de muestras de 20 estaciones repartidas las islas, muestran valores entre regulares y malos en el caso de dos contaminantes que son las partículas en suspensión de dióxido de nitrógeno (NO2) y las de ozono, según ha informado la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio.
El punto más crítico del informe ha sido la superación del valor límite anual que marca la legislación vigente de protección de la salud por dióxido de nitrógeno (NO2) en la estación de Foners, en el centro de Palma.
En concreto, el valor promedio de NO2 superó levemente los 40 gramos por metro cúbico que permite la legislación vigente, «debito principalmente a la elevada intensidad de tráfico de vehículos en el entorno de la estación» de medición, según recoge el informe.
Si la legislación actual fija un valor límite anual para la protección de la salud de 40 g/m3, en Foners se ha superado levemente y respecto al máximo límite horario para la protección de la salud de 200 g/m3 (que no se puede superar más de 18 veces al año), el valor diario en Foners ha superado levemente los 150 g/m3.
En cuanto al límite de protección de la vegetación, que se sitúa en 30 g/m3, en el caso de Foners alcanzó el doble de lo permitido.
El resto de estaciones presentan una excelente calidad del aire con valores que oscilan entre los 4 g/m3 de Can Llompart y los 12 g/m3 de Sa Vinyeta de Inca.
La superación del umbral anual se puede deber a factores diversos, como por ejemplo unas condiciones meteorológicas menos favorables que en otros años o al incremento progresivo del parque de vehículos con combustible diesel, señala la nota del Govern.
En relación al ozono, un contaminante secundario, la situación es regular en Palma, Ibiza capital y Menorca, y mala en el resto del territorio. Los valores más altos se han detectado en las estaciones de Sa Vinyeta, Parc Bit, Sa Pobla y Sant Antoni de Portmany.
La actual legislación fija un valor objectivo octohorario (medias horarias de concentración durante ocho horas consecutivas) para la protección de la salud humana de 120 g/m3, con 25 superaciones anuales permitidas. En el caso de Baleares el promedio es de 93,2 g/m3, con valores que van de los 82 g/m3, en la estación de Foners a los 136 g/m3 de Sa Vinyeta de Inca.
La Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio dispone de siete estaciones de vigilancia y control de la calidad del aire ambiente en Baleares, tres de ellas en Palma -una en la calle Foners, otra en el parque de Bellver y la tercera en los jardines de la Misericordia-.
También tiene una estación en Ciutadella (Menorca), otra en Sant Antoni de Portmany (Ibiza) y además hay otras dos estaciones móviles que se pueden utilizar en cualquier lugar de las Islas Baleares.
Además de las estaciones propias, la Conselleria recibe datos de algunas empresas que ejercen actividades en las es necesario el control de la calidad del aire a su alrededor, como son las centrales térmicas de Mallorca, Menorca e Ibiza, la estación de la planta incineradora de residuos de Mallorca y la estación de la fábrica de cemento de Lloseta.
También se reciben datos de la estación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, situada en Mahón, asociada a la red EMEP (European Monitoring and Evaluation Programme) con el fin de medir los niveles de contaminación de fondo regional.