Mateu Isern es el candidato del PP a Cort. Este empresario, aunque afiliado al PP desde hace más de 20 años, ha decidido ahora entrar en política para dignificarla y demostrar que las cosas se pueden hacer de otro modo. Su objetivo fundamental es luchar para la crisis.
-¿Qué argumentos da a los ciudadanos para que le voten?
-Las cosas no pueden seguir así ni un día más; es preciso un cambio profundo e inmediato. Palma necesita un alcalde que se ocupe de sus problemas y si el problema fundamental es el paro, necesitamos un alcalde que se ocupe de la crisis en lugar de los carriles bici, dinamizadores lingüísticos o ejes cívicos. Es preciso un cambio para que en Cort se lleven a cabo las políticas necesarias para poder atender a los problemas reales de los ciudadanos y no a políticas de ensoñación.
-¿Como lo harán?
-Vamos a gestionar, haremos poca política y mucha gestión. Hay muchas cosas que no necesitan dinero, sino capacidad de gestión, de voluntad política.
-¿Qué le piden los ciudadanos?
-Cuando voy por la calle me paran y me dicen que 'hay que ganar, hay que cambiar las cosas'; mientras que en las reuniones sectoriales o con asociaciones, la queja común es que 'no nos escuchan, no nos reciben', refiriéndose al Ajuntament. Tenemos el compromiso de hacer una política de puertas abiertas, Cort tiene que estar abierto a los ciudadanos.
-¿Ya se ve como alcalde?
-No, creo que es fundamental trabajar desde la humildad. Hace cuatro años las encuestas eran tanto o más favorables que hoy para el PP y sucedió lo que sucedió. Mucha humildad, seguir trabajando y apurar toda la campaña para comunicar nuestro programa.
-¿Cómo lo resumiría?
-El objetivo fundamental del PP es la lucha contra la crisis económica para conseguir generar empleo.
-¿Cómo?
-Aplicando políticas que activen la economía y favoreciendo a los colectivos que crean empleo, que son la pequeña y mediana empresa, los autónomos y los comerciantes. Es fundamental apostar de una forma definitiva por el turismo: convertir Palma en una ciudad turística los 365 días del año, terminar y poner en marcha el palacio de congresos y llevar a cabo de manera inmediata la reforma de la Platja de Palma.
-¿Qué será lo primero que hará si es alcalde?
-Reducir un 25% los altos cargos y los asesores. Es fundamental que seamos capaces de redimensionar el Ajuntament, no podemos seguir gastando más de lo que ingresamos. Nos vamos a encontrar un déficit de 200 millones de euros y eso es inasumible; es una carga financiera brutal, que nos limita muchísimo las posibilidades de invertir en otros objetivos.
-¿Y lo que nunca haría?
-Ocuparme de lo secundario, en lugar de lo preferente, que es la activación de la economía y la creación de empleo. Lo que reprocho a los que han gobernado estos últimos cuatro años no es tanto lo que han hecho, sino lo que no han hecho.
-¿Eliminará lo secundario que ha hecho Calvo?
-Ni muchísimo menos, que sea secundario no significa que no sea bueno, sino que no era el momento de hacerlo, porque había otras prioridades. Ellos han priorizado mal, pero una vez gastado el dinero no lo vamos a quitar, sino que lo vamos a potenciar al máximo. No es tiempo de revanchas, sino de apostar por la productividad, por aprovechar todo lo que tenemos.
-¿Van a privatizar las empresas municipales?
-No, no vamos a privatizar ni una sola empresa. Me parece muy poco adecuado que se intente, con fines electorales, transmitir a las empresas -como se ha hecho por parte del PSOE- esa mentira de que el PP vaya a privatizar las empresas.
-Dice que viene a la política para dignificarla.
-Los últimos años de la política no han sido los mejores. Sería muy bueno desprofesionalizarla para que el político aporte a la sociedad toda su experiencia, en lugar de convertir la política en un campo de prácticas.
-Como palmesano, ¿qué cambiaría de la ciudad?
-Mi ciudad me gusta mucho, pero lo peor creo que es el tema de la seguridad. Hay demasiadas diferencias entre unos barrios y otros; habría que volver a conseguir que la ciudad fuera un todo conjunto.
-¿Pactará si no consigue la mayoría absoluta?
-No, la experiencia siempre es la misma, el PP o gana con mayoría suficiente para gobernar o se va a la oposición. Tenemos claro que el resto de partidos se unirán todos para evitar que el PP gobierne, aún a costa de tener que aplicar políticas descafeinadas, como son las que siempre se derivan de esos pactos de gobierno, que hacen que se queden en lo superficial y sean incapaces de afrontar problemas de calado. Ideológicamente son partidos distintos y no son capaces de ponerse de acuerdo ni en el diagnóstico del problema, ni en las soluciones.