El Partido Popular, con Mateu Isern a la cabeza, conseguiría una amplia mayoría en el Ajuntament de Palma, entre 16 y 17 concejales, a tenor del resultado de la encuesta electoral realizada por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) en exclusiva para Ultima Hora. Cuando falta poco más de una semana para la celebración de los comicios, los conservadores ya tienen asegurado el voto de la mitad del electorado, consolidando la evolución creciente de los últimos doce meses.
Por el contrario, la candidata socialista y actual alcaldesa, Aina Calvo, apenas tiene opciones a mantenerse en el cargo durante la próxima legislatura puesto que los entre 10 u 11 ediles, lo que significaría repetir la representación actual, que le asigna la encuesta del IBES son insuficientes para alcanzar la mayoría puesto que a la coalición ecoprogresista del PSM-EN-IV obtendría entre uno y dos concejales. Cabe señalar que mientras el PSOE ya no tiene casi margen de crecimiento, sus hipotéticos socios, la izquierda nacionalista, cuenta con un escueto 2% de voto indeciso, insuficiente para desbaratar el previsible reparto electoral en el Ajuntament palmesano.
El resto de formaciones políticas que concurren a estos comicios tienen escasas posibilidades de obtener un escaño en el próximo pleno del Ajuntament de Palma, toda vez que la atomización del voto del centro, entre la Lliga y Convergència, y la izquierda, con la candidatura de Esquerra Unida, anula las posibilidades de alcanzar representación municipal.
Caída del apoyo
Los porcentajes de apoyo a la gestión socialista de Aina Calvo han registrado una caída porcentual de 28 puntos desde octubre de 2007 hasta ahora, evolución que refleja el deterioro acumulado por el actual gobierno en Cort.
La sensación de descalabro se traslada al ánimo del electorado, puesto que cuando se pregunta quién se considera que será el próximo alcalde de Palma, el candidato del PP, Mateu Isern, obtiene un clamoroso 75,5% frente al 24,5% de Calvo, una distancia que implica que hasta los votantes socialistas admiten la derrota.