El PSIB ha reiterado su invitación al Partido Popular (PP) a celebrar un debate público múltiple, con todos los partidos, para después hacer otro en el que sólo estén los candidatos de las dos fuerzas mayoritarias, un 'cara a cara'. Tanto es así que este martes, las candidatas socialistas a Cort y al Consell de Mallorca, Aina Calvo y Francina Armengol, han vuelto a instar a sus homólogos 'populares', Mateu Isern y María Salom, al debate para «contrastar los modelos».
Así, Calvo y Armengol han aprovechado su visita al mercado municipal del barrio de Santa Catalina para «pedir al PP que participe en el debate que ya está previsto -para el día 12 en IB3- y, además, pedimos un cara a cara en el Ayuntamiento de Palma y en el Consell de Mallorca precisamente para contraponer los dos modelos que representan el PSIB y el PP».
En este sentido, para Armengol «es importante que los ciudadanos tengan claro cuáles son las propuestas de unos y de otros y que sepan cuáles son las que el PP les está escondiendo». «Esperamos que vengan y los instamos a que participen en estos 'cara a cara'», ha sentenciado la presidenta del Consell.
Por su parte, Calvo se ha mantenido en la misma línea que Armengol y ha vuelto a «reivindicar este debate y el contraste de modelos entre el candidato a la alcaldía de Palma y yo misma».
Por otro lado, el reto de los socialistas se ha producido en el marco de una visita al mercado de Santa Catalina, un establecimiento que Calvo ha considerado «un motor de este barrio en el que hemos invertido y lo hemos puesto a la altura de un barrio emblemático de nuestra ciudad». «A Santa Catalina le hemos añadido valor con el eje cívico de la calle Fábrica y con la apertura y recuperación del teatro Mar i Terra».
De esta manera, la alcaldesa de Palma ha explicado que «con la revisión del Plan General pretendemos preservar este espacio para que los 'cataliners', los palmesanos y todo el mundo pueda disfrutar del mercado».
Por último, Calvo ha anunciado que en la tarde de este martes visitarán el barrio de Son Oliva, «un barrio obrero, diferente, que tiene que tener un proceso de dignificación porque son ciudadanos de primera», para hablar con los vecinos e «intentar mejorar el barrio».