El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, encabezará la delegación de más de 20 personas de la diócesis mallorquina que acudirán este domingo a Barcelona para participar en la visita que el papa realizará a la ciudad condal.
No obstante, Murgui partirá hoy mismo para Santiago de Compostela acompañado por su secretario, Toni Burguera, ciudad donde mañana comenzará el recorrido papal por tierras españolas.
La delegación que irá a Barcelona, según ha informado a EFE el Obispado de Mallorca, estará integrada por el obispo y su secretario; el vicario general, Lluc Riera; el secretario de pastoral, Toni Mercant; el vicario judicial, Nadal Bernat, y el rector del seminario, Tomeu Villalonga.
Junto a ellos partirán los 15 integrantes del seminario y, ya en la ciudad condal, se sumarán a las parroquias y particulares que, por su cuenta, han decidido organizar el viaje para poder ver al papa.
La información con la que cuenta el Obispado es que, al menos, las parroquias de La Encarnación, Sagrada Familia y Sa Pobla acudirán a la cita de este domingo.
Benedicto XVI aprovechará su visita a la ciudad condal para consagrar la Sagrada Familia de Barcelona y rendir homenaje al trabajo cotidiano de las entidades católicas como la de la obra benéfico-social del Niño Dios.
La visita del papa, la primera de un pontífice en el siglo XXI a Barcelona y que se producirá exactamente 28 años después de la que realizó Juan Pablo II, ha generado un amplio despliegue organizativo y de seguridad, cifrado en torno a los 1,4 millones de euros, aportados por las administraciones públicas y el Arzobispado.
El papa llegará al aeropuerto de Barcelona el sábado a las 21.00 horas, procedente de Santiago de Compostela, y tras pernoctar en el Arzobispado se dirigirá el domingo por la mañana en «papamóvil» hasta la Sagrada Familia, donde mantendrá un encuentro con los Reyes.
A continuación, comenzará la misa de dedicación de la iglesia de la Sagrada Familia, donde el papa realizará una homilía ante la presencia de 6.500 personas en el interior del templo y de unas 36.000 en el recinto exterior, una zona de seguridad habilitada con sillas y pantallas gigantes.
La cifra estimada de asistentes ronda el medio millón de personas, según cifras del Ayuntamiento de Barcelona. E