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Antich y Vicens sueltan cuatro tortugas marinas en Cabrera

El presidente del Govern de Baleares, Francesc Antich (i), y el consejero de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, ponen en libertad una tortuga marina en el Parque Nacional de Cabrera | Julián Aguirre

| Cabrera |

El presidente del Govern, Francesc Antich, y el conseller de Medio Ambiente y Movilidad, Gabriel Vicens, han liberado esta mañana en la isla de Cabrera cuatro tortugas marinas recuperadas por la Fundación Marineland, una de ellas en el último año, dos desde 2009 y una desde el 2007, después de haber sido encontradas heridas en aguas de Mallorca, gracias a un programa financiado por la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad, Marineland y la Fundación Aspro Natura, mediante el cual el Govern aporta 15.000 euros anuales.

Así, Antich y Vicens llegaron desde la Colonia de Sant Jordi a Cabrera en una lancha en la que tuvieron la suerte de poder disfrutar de la compañía de varios delfines que les acompañaron durante un tramo del trayecto. A su llegada, saludaron a la bióloga y responsable de la Fundación Marineland en Baleares, Gloria Fernández, quien les ha explicado que tres de las tortugas de la especie 'caretta caretta' habían sido recuperadas, tras haber sufrido traumatismos en las aletas anteriores por restos de redes o plásticos, mientras que la cuarta había sido curada de una infección ocular.

Además, les ha detallado que de los cuatro ejemplares, dos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente, con el fin de amputarles una de las aletas anteriores, tras haberse quedado atrapadas en redes de pesca o en plásticos, que es una de las causas principales por la que estas tortugas quedan varadas.

Por segundo año consecutivo, no ha asistido ningún miembro de la Familia Real a la suelta de tortugas, a diferencia de lo que sucedió en 2008, cuando acudió la Reina, Doña Sofía, acompañada de sus nietos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, hijos de la Infanta Elena. Entonces, la Reina llegó con su amiga íntima Tatiana Ratchild y de la princesa Alia de Jordania, quien acudió junto a su primogénita y sus otras dos hijas gemelas.

Tras el encuentro con la bióloga, Antich, quien vestía unas bermudas y un polo de manga corta, fue el primero en liberar a una de las tortugas, llamada 'Casiopea' y de 7,5 kilos, que fue rescatada el pasado 24 de abril en Cabrera, tras sufrir una infección ocular. A continuación, Vicens, también con un polo de manga corta y pantalones remangados, soltó en el agua a la segunda tortuga, 'Zape' y de 2,2 kilos, que fue recogida el 3 de noviembre de 2009 en Santa Ponça, tras quedarse enredada entre redes y plásticos.

La anécdota de la jornada fue cuando Antich y Vicens procedieron a liberar juntos a la tercera tortuga, 'Tali' de 1,95 kilos, y cuando la depositaron en el agua, se desorientó e intentó regresar a la playa, por lo que fue necesario que el conseller en una primera ocasión, y un técnico de Marineland, en una segunda, recondujeran al animal hacia el mar para impedir que saliese a tierra.

Esta tortuga, hallada el 12 de agosto de 2007 en la Colonia de Sant Jordi, tardó varios minutos en hundirse en el agua, ya que durante los últimos tres años, los biólogos de Marineland han curado un problema de flotación que tenía este ejemplar y que le impedía nadar con normalidad. Concretamente, durante estos años, fue necesaria la amputación de una aleta trasera, después de que quedara enredada entre plásticos.

Finalmente, el director general de Biodiversidad, Vicens Vidal, y el director del Parque Nacional de Cabrera, Jorge Moreno, han sido los encargados de soltar a la cuarta tortuga, llamada Zipi, de 1,8 kilos, que fue encontrada el 26 de octubre de 2009 en aguas de Cala Estància, tras haberse quedado enmallada entre redes y plásticos, lo que le causó heridas graves en una aleta trasera, que tuvo que ser amputada.

Tras la liberación de las tortugas, Antich ha recalcado que este acto «ayuda a que cada haya una mayor sensibilidad hacia la protección de las especies», al tiempo que ha dado la «enhorabuena» a Marineland y a los ciudadanos que se han puesto en contacto con las autoridades cuando han avistado la presencia de una tortuga herida en aguas de Baleares.

622 varamientos desde 1998

Por su parte, Vicens ha destacado que durante los últimos 12 años, se han registrado en el archipiélago un total de 622 varamientos de tortuga 'caretta caretta', siendo la captura accidental con palangre de superficie la principal causa de varamiento de las tortugas marinas en las islas.

Concretamente, ha detallado en el centro de recuperación de Marineland existe una base de datos con 318 historiales clínicos, mientras que, por otro lado, ha informado de que durante el 2010, se han atendido 11 varamientos de tortugas marinas, de las que cuatro han sido liberadas esta mañana, cinco aún continúan recuperándose y otras dos han fallecido. Así, fueron halladas en Cala Mondragó; Cala Bona; Cabrera; Pollença; Coll d'en Rabassa; Colonia de Sant Pere; Cala Torta; Bahía de Alcúdia y Menorca.

En este sentido, Fernández ha indicado que uno de estos ejemplares que aún se están recuperando fue recogido el pasado mes de junio e iba anillado, por lo que se pudo saber que procedía de la Toscana (Italia), donde el animal había permanecido en recuperación, debido a que había sido capturado por una embarcación palangrera.

Asimismo, ha revelado que el pasado 15 de agosto, fue rescatado en la Bahía de Alcúdia otro ejemplar enredado en redes de deriva que presentaba anilla metálica con la inscripción característica del Ministerio de Medio Ambiente, después de que hubiera sido liberada en Torrevieja en abril de 2009.

La bióloga de Marineland ha recalcado que estas especies de tortugas, que están protegidas por la legislación nacional e internacional, están dotadas de una extraordinaria resistencia, por lo que pueden llegar a sobrevivir a graves enfermedades, traumatismos y mutilaciones, siempre y cuando se les preste una atención médica adecuada. En este sentido, la Fundación Marineland acude desde 1998 a los rescates de los ejemplares varados, con el fin de rehabilitarlos y, posteriormente, liberarlos en aguas del Parque Nacional de Cabrera.

Durante los últimos años, alguna de las tortugas recuperadas y liberadas en su medio natural ha sido equipada con un transmisor vía satélite, que emite una señal cada vez que la tortuga sube a la superficie a respirar, lo que permite un seguimiento detallado, preciso y en tiempo real de la posición y rumbo de las tortugas, con el fin de que los biólogos de Marineland conozcan su distribución espacial y temporal en el Mediterráneo a lo largo del año.


Nadando desde Florida a Baleares

Gracias a estos transmisores, financiados por la Comunidad Económica Europea, Marineland ha detectado que algunas tortugas liberadas en Cabrera durante los últimos años han llegado nadando hasta el Norte de Africa, concretamente, a la costa argelina, situada a 1.500 kilómetros de Baleares, donde encuentra alimento suficiente para alcanzar la talla de adulto y madurar sexualmente para iniciar la migración a las playas, con el fin de anidar.

Pese a que este año no se han instalado estos transmisores, debido a su elevado coste, Marineland sí que ha colocado en las tortugas liberadas unas placas mecánicas con un número, con el objetivo de identificarlas en el caso de que sean vistas o rescatadas de nuevo.

Fernández ha indicado a Europa Press que las tortugas que pueblan las aguas del Mediterráneo español tienen un doble origen, algunas proceden de las costas griegas y turcas, y otras del Atlántico, que han nacido en las costas de Florida y el Golfo de México y, mientras alcanzan la talla adulta, llevan a cabo un viaje migratorio por todo el Océano Atlántico, de manera que las corrientes arrastran a algunas tortugas al Estrecho de Gibraltar, hasta que llegan al archipiélago balear. La mayoría de tortugas 'Caretta Caretta' que se encuentran en las islas proceden del Atlántico.

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