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El Centro Canino Internacional volverá a abrir si soluciona sus deficiencias

Los perros fueron trasladados a una residencia privada. | Teresa Ayuga

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Trabajadores, voluntarios y donantes del Centro Canino Internacional realizaron una «sentada» ayer a las puertas del refugio minutos antes de que se hiciera efectiva la orden del juez para desalojar a la mayor parte de los animales al incumplir la ordenanza municipal de ruidos.
Así, una veintena de perros fueron trasladados en jaulas hasta la residencia privada de Son Batlet en Santa Eugenia al no poder quedarse en el Centro Canino. «No podemos hacer nada más, hemos presentado varios recursos al juzgado número nueve pero se han echado atrás y nosotros no tenemos la capacidad económica para pagar las sanciones de 50 euros diarios si mantenemos a los perros desde hoy en el centro incumpliendo. Pagaremos los seis euros diarios de la residencia y veremos qué se puede hacer», explicó el presidente de este centro, Juan Gil.
Irregularidades y soluciones
Los carteles y pancartas colocados en los exteriores del refugio ponían de manifiesto, según los responsables del centro, que la culpa de este desalojo se debe a la denuncia por ruidos interpuesta por los tres vecinos que viven en la zona del Camí de ses Barraques-Son Sunyer. «Seguimos diciendo lo mismo, hay muchas irregularidades en las mediciones acústicas que se han hecho en el centro y presentaremos una querella por prevaricación contra la regidora de Salut», señaló Gil.
En este sentido, la regidora de Salut, Begoña Sánchez, aseguró ayer que el Centro Canino Internacional incumple la ordenanza municipal de ruidos y ése es el motivo para llevar a cabo este cierre «temporal», agregó Sánchez.
«Hemos cumplido escrupulosamente la ordenanza municipal. La normativa es la que es y confío plenamente en la labor de los técnicos de salud. Es que hay que entender que la ordenanza de ruidos no entiende de refugios de animales o discotecas, si sobrepasa el nivel de decibelios permitidos, hay que actuar», recalcó ayer la responsable del área de Cort.
Así, Sánchez señaló que en cuanto los responsables del Centro Canino Internacional solucionen las deficiencias para evitar ruidos, se les permitirá volver a traer a los animales y continuar con su actividad.
Preguntada sobre la querella por prevaricación que piensa presentar el centro, la regidora de Salut se mostró tranquila y recalcó que «se ha actuado como se debía y el centro ha tenido tiempo de sobra para presentar la querella, la resolución se conoce desde noviembre de 2009», finalizó.

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