El consejo de administración de Sa Nostra recibió ayer con frialdad y reticencias el proyecto de alianza con las cajas de Navarra, Canarias y Burgos. Las objeciones al proceso dado a conocer ayer se centra en el excesivo protagonismo que tiene Caja de Navarra, entidad que quiere imponer su liderazgo en el grupo de Banca Cívica.
La pérdida de control sobre sus grandes clientes, la estrategia general que se quiere imponer en el grupo, así como el organigrama que se formaría con Banca Cívica son algunos de los elementos que generan mayor rechazo entre los integrantes del consejo de administración de la Caixa de Balears. También por parte de la entidad mallorquina se considera precipitado el calendario para la integración que pretende imponer Navarra.
En la reunión mantenida ayer por el consejo de administración de Sa Nostra se planteó en diversas ocasiones la posibilidad de abandonar el proyecto de Banca Cívica y buscar otras posibles alianzas, una posibilidad que quedó sobre la mesa aunque no se descarta.
Las mismas fuentes precisaron no obstante que Sa Nostra contará con un calendario propio de integración, ya que la caja balear es la última en formar parte del grupo y se encuentra en fase de análisis de la documentación previa. Sa Nostra podría consolidar sus cuentas con el resto del grupo en una segunda fase, previsiblemente a finales del primer semestre de 2010.