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´Soy una novia a la fuga´

Ana Obregón se relaja en la Costa de los Pinos

Tiene en proyecto dos programas, uno de ellos americano. Obregón afirma que no sabe por qué dicen que está «a la baja».

AAna Obregón descansa con su hijo en El Manantial. En lo que nos tomamos un café en el amplio salón que mira hacia el mar, con un precioso cuadro de Ulbritch, como testigo mudo, que pende de una pared, a nuestra izquierda, me muestra, vía internet, una página, MDB, construida por una empresa norteamericana «dedicada a lo que llaman ellos -matiza- show bussines», en la que aparece su extenso currículum dividido por partes: empresaria, productora, escritora y actriz. «Eso para quien diga que no he hecho nada a lo largo de mi vida. Hasta yo me he quedado sorprendida viendo lo que hay en esa pagina sobre mi vida profesional, pues de muchas cosas, sobre todo películas y series que he hecho, ya ni me acordaba», nos dice.

Y sí. Echándole un vistazo a dicha página, aderezada con fotografías suyas de ayer y de hoy, observamos que su vida, en el aspecto profesional, ha sido muy amplia e intensa, tanto en cuanto a películas como a programas de televisión y guiones que ha escrito. «Y la han hecho los americanos -señala otra vez la página, que yo hasta que me lo contaron no tenía idea de que existiera».

Eso, en cuanto a su pasado. Que lo que se refiere al futuro más inmediato, «tengo en proyecto dos programas, uno de ellos americano, y me han hablado para hacer dos películas».

Lo de que me mostrara MDB y hablara de proyectos vino a raíz de que le comentara que había leído por ahí, en algunos medios, «que estás en horas bajas; que ya no interesas como antes...».

-Ya sé a qué medios te refieres. Pues mira: uno de ellos, no hace mucho, mandó a uno de sus fotógrafos a Eivissa, a que me siguiera. Y el otro, recientemente, me dedicó la portada de su magazine. Entonces no sé por qué dicen que estoy a la baja... Claro que tampoco me importa mucho lo que digan. Afortunadamente no me puedo quejar de cómo me van las cosas. Y en cuanto al pasado, míralo...».

Los días que lleva en Mallorca -puede que hoy ya esté en Eivissa- los dedica al relax, a tomar el sol y a bañarse en la piscina.

-¿Qué tal te ha ido el 'Mira quien baila'?

-Para mí ha sido un experiencia fantástica, y encima me lo he pasado muy bien. Aparte, necesitaba hacer una cosa como ésa, pues son 28 años sin parar haciendo cine y una serie detrás de otra, además de presentar programas. Tenía, por tanto, que desengancharme un poco para poder seguir más adelante, ya que una actriz no se puede pasar toda su vida delante de una cámara.

-¿A qué crees que es debido el tratamiento que determinadas televisiones dan a ciertos personajes, buscando casi siempre su peor lado, o tratando de ridiculizarlos o dejarlos en evidencia?

-Eso sólo ocurre en algunos programas, que gracias a Dios están a la baja, lo cual quiere decir que si antes hacían un veintitantos por ciento de share, ahora están en un doce o en un trece. Son programas que son carroña pura. Y que ocurra eso es bueno, sobre todo por nuestros hijos, que son el futuro del país. Es bueno que pase eso porque no es

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