Poco antes de las once de la mañana aterrizó en el aeropuerto de Son Sant Joan el vuelo en el que viajaban cerca de ochenta personas procedentes de Cuba, Argentina, Uruguay y Venezuela. Todos ellos descendientes de mallorquines emigrantes y que viajan hasta el Archipiélago invitados por el Govern balear, dentro del programa 'operación retorno'. Los participantes fueron recibidos a pie de escalerilla de avión por personal del Govern donde, con rostros de emoción y lágrimas en los ojos, algunos confesaron que se hacía realidad un sueño. Y es que muchos de ellos viajan a la Isla por primera vez.
A pesar del cansancio de un viaje de doce horas, Catalina Solivellas, de 90 años de edad y procedente de Rosario, confiesa que «tenía ganas de ver Mallorca, aunque fuese a los 90 años. Aquí tengo parientes que todavía no conozco». Las hermanas Mirta y Lidia Morales son hijas de una mallorquina, Antonia Seguí Cabot, quien emigró a Buenos Aires en 1927. Es la primera vez que Mirta y Lidia viajan hasta Mallorca, aunque gracias a fotografías y las costumbres que se mantenían en la familia conocen bastantes cosas de la historia y lugares de Balears.
Raúl Grimalt, nacido en Santa Fe y residente en Mar de Plata, nos cuenta que sus abuelos, Margarita Parera y Mateo, eran de Manacor y en este su primer viaje quiere conocer el pueblo natal de ellos. Al igual le sucede a Aldo Pocoví Riera, sus abuelos eran Bartolomé Riera y Juana Mari Sureda.
Por su parte, Catalina Payeras nos relata que sus padres emigraron por problemas económicos desde Inca a Argentina, cuando ella tenía 9 años y su hermano 4 años.
Julián Aguirre
(texto y foto)