Hasta no hace aún mucho tiempo, cuando se le preguntaba a un militante o a un simpatizante del PP de cualquier punto de España de qué partido era, solía responder que del PP, claro, pero sin añadir nada más, como ocurre ahora, por ejemplo, con uno del PSOE, si bien es verdad que entre los populares había conservadores, reformistas, centristas, renovadores, liberales, democristianos, social-liberales y socialdemócratas, entre otros.
Pero desde hace unos meses, todo ha cambiado, y ahora un militante o un simpatizante del PP se define también por sus preferencias personales, es decir, como marianista, esperancista o gallardonista, o, en otro sentido, como jimenezlosantista, aunque yo creo que en Balears fuimos una especie de precursores en este criterio de personalización, porque ya en los años noventa había en nuestro PP cañellistas, soleristas y matistas, aunque en nuestro caso más bien de forma sucesiva.
Ayer, como es sabido, había de nuevo dos candidaturas para presidir el PP en Balears, la de Rosa Estaràs y la de Carlos Delgado, así que cuando llegué a la sede del congreso estuve tentado de hacer una pequeña encuesta improvisada con la pregunta sin duda hoy más de moda no sólo en el PP balear, sino también en el catalán, en el vasco, en el madrileño, en el extremeño y en el de casi toda España, vaya: «Y tú, ¿de quién eres?», como cantaría No me pises que llevo chanclas.
No sé, en este sentido, si fue casualidad o no, pero justo detrás del escenario en donde tuvieron lugar todas las intervenciones, había una especie de mosaico con más de cien logotipos diferentes del PP, además del oficial, aunque también es verdad que vistos todos desde media distancia, producían el efecto óptico de unas únicas siglas, las del PP, claro.
En este congreso hubo estarasistas y delgadistas, y también marianistas y cospedalistas, aunque estos últimos por supuesto no enfrentados "bueno, al menos de momento". Esperancistas y gallardonistas también los había, pero es verdad que ellos ya tendrán ocasión de enfrentarse, nuevamente, en otro congreso. Incluso hubo nadalistas, ya que la nueva presidenta dijo que el líder de la formación nacionalista, Miquel Nadal, «es mi presidente de UM».
La intervención de Estaràs fue cálida, y la de Delgado más acalorada. Estaràs habló en mallorquín y en castellano, mientras que Delgado habló en balear, en inglés y en español, así que nadie habló en catalán. Creo. La candidata recibió los aplausos más tranquilos y el candidato los más apasionados. Tras hacerse efectiva la victoria de Estaràs, intervino finalmente don Mariano, que habló sólo en castellano, así que en su caso no hubo ni bilingüismo ni trilingüismo, y se llevó además los aplausos de todos, los aplausos tranquilos y los apasionados, y entonces el PP volvió a parecer de nuevo sólo uno. Y todos fueron esta vez de Rajoy.
«Y tú, hijo mío, ¿de quién eres?», me preguntó ayer por la noche mi madre. «De quién voy a ser, mamá, de quién voy a ser... Tú ya lo sabes. Pero hoy no puedo repetirlo, que luego me riñen». Para intentar desviar su atención, le hablé de mi gran aprecio por Mariano Rajoy, Alberto Ruiz-Gallardón y Rosa Estaràs, pero de nada sirvió. «¡Ah sí, tú eres cirerista!», recordó con una sonrisa de complicidad. «Que me riñen, mamá, que me riñen...».