Los más de 3.000 docentes de los 114 colegios concertados de las Islas vuelven hoy a la huelga, en la que será la tercera jornada de una serie de paros convocados para protestar por la falta de acuerdo con la Conselleria d´Educació sobre los términos y plazos para lograr la equiparación salarial con los docentes interinos de la red de centros públicos.
Como ya ocurriera los pasados 14 y 15 de mayo, cerca de 43.000 alumnos de todos los niveles (un 40% del total) se verán de nuevo afectados hoy y el día 11 por este conflicto laboral, que amenaza con complicar el final del curso, que acaba el 20 de junio.
STEI-I, FE-CC OO, FSIE, USO Y FETE-UGT anunciaron que recurrirán ante el Tribunal Contencioso Administrativo los servicios mínimos decretados por la Conselleria d´Educació para las dos jornadas de huelga convocadas, una vez que el Govern desestimó ayer las alegaciones presentadas al respecto. Los sindicatos calificaron de «abusivo» que estos se hayan fijado en el 30% del personal docente, además del equipo directivo de cada colegio (un 10%). El portavoz de la unión sindical, Paulí Aguiló (del STEI-I), remarcó que estos servicios mínimos supondrán que el 40% del personal educativo estará obligado a acudir al colegio durante los dos días de huelga, frente al 10% exigido en los paros anteriores.
Los sindicatos acudieron ayer por la tarde al TAMIB, donde los representantes de la Conselleria se mostraron dispuestos a recortar un poco más los plazos de la equiparación, «pero sin llegar a los mínimos que exigimos», reconoció Rafel Pons, de FE-CCOO. Pons afirmó que, de concretarse, «este acercamiento puede ser la base para retomar las negociaciones si la Conselleria nos convoca»; pero reconoció que «a estas horas (ayer por la tarde) es demasiado tarde para desconvocar una huelga acordada por una asamblea de trabajadores y porque, además, cualquier propuesta debe ser presentada a los delegados de cada sindicato».
Hoy se celebrará también un manifestación, que partirá a las 10.30 horas de la plaza de España y concluirá en el Consolat de Mar, donde los trabajadores exigirán una reunión con el president Antich, tras la «incapacidad negociadora e inflexibilidad» de la consellera Galmés.