En Balears se detectan más de un millar de fraudes en el suministro eléctrico cada año. Esto representa unos 9 millones de kw/hora al año, es decir, el consumo eléctrico de unas 3.000 familias durante doce meses. No obstante, esto es sólo lo que se descubre y se estima que podría suponer únicamente el 50 por ciento del total.
El director de Acceso de Clientes y Medida, Mario Silio de Gesa-Endesa, explica que el 60 por ciento de estos fraudes son domésticos, mientras que el 40 por ciento los realizan empresas. Las personas que cometan estas irregularidades tienen que abonar a Gesa-Endesa el dinero defraudado.
Gesa-Endesa ha adquirido una máquina que permite detectar este tipo de operaciones fraudulentas. Esta nueva tecnología cuenta con una guía sonda, que detecta las irregularidades que no son visibles.
El responsable del departamento de Inspección de Pérdidas no Técnicas, Tolo Cañellas, explica que uno de los fraudes más comunes es el que se realiza en el contador. «En principio, parece correcto, pero en el momento en el que los técnicos introducen la guía sonda detectan unas regletas en las que se produce la doble conexión. Suele haber un cable gris más fino, que sería por donde pasa la energía que el contador no contabiliza».
Otro fraude común consiste en poner una doble instalación en el interior de la acometida.
Silio explica que utilizarán esta nueva tecnología cuando sospechen que se ha reducido considerablemente el consumo eléctrico de una persona o empresa. Además, realizarán campañas.
Realizar este tipo de operaciones fraudulentas para pagar menos electricidad de la que se consume es muy peligroso. Por ello, Cañellas destaca que, además de detectar fraudes, esta nueva máquina también desempeña un papel muy importante en materia de seguridad, ya que permitirá detectar los puntos calientes que posteriormente derivan en incendios. «A veces nos vemos involucrados en algunos incendios que no han sido provocados por una mala conexión de nuestro personal sino por las manipulaciones de la gente».