El director del Centro Balear de Meteorología, Agustín Jansà, manifestó ayer que los efectos del cambio climático serán «más notorios» en Balears que en otras zonas del planeta, ya que las Islas se encuentran en una franja de clima «marginal». Una prueba de ellos es que en el Archipiélago se han incrementado más las temperaturas que la que se ha registrado en el conjunto del planeta.
Jansà realizó estas declaraciones antes de participar en la celebración del Día Meteorológico Mundial, bajo el lema 'Observar la Tierra para un futuro mejor'. Durante su intervención en este acto, destacó la importancia de la observación, ya que «es fundamental en la predicción meteorológica». En este sentido, justificó la importancia que tienen los colaboradores, ya que «aportan una información decisiva y muy práctica que contribuye al mejor conocimiento del clima».
El director del Centro balear de Meteorología destacó que era la primera vez que se celebraba el Día Meteorológico Mundial con la Agencia Estatal de Meteorología. Jansà explicó que los objetivos de este organismo son otorgar una mayor agilidad administrativa, así como ganar en proximidad, calidad, transparencia y control. «A partir de ahora los objetivos serán conocidos por todos», apostilló.
La jefa de Misión de los satélites Meteosat Segunda Generación y MetOp de la Agencia Espacial Europea (ESA), Evangelina Oriol, fue la encargada de impartir la conferencia que se celebró con motivo del Día Meteorológico Mundial. Durante su intervención aseguró que «los satélites son herramientas indispensables para observar la tierra». En este sentido, argumentó que los satélites han supuesto una democratización que permite tener prácticamente el mismo número de datos del hemisferio norte que del sur. Con anterioridad a la utilización de los satélites esto no era así y de los países desarrollados se conocían muchos más datos que de aquellos que estaban en vías de desarrollo. Oriol manifestó que los datos son muy importantes para las predicciones, ya que éstas están basadas en ellos.
Sin embargo, puntualizó que con los instrumentos actuales no se puede elaborar un modelo climático del planeta «suficientemente ajustado» como para que sus previsiones sean «de verdad fiables».