El campo mallorquín ofrece durante estos días dos imágenes totalmente diferentes. Frente al inigualable paisaje de los almendros que ya han florecido, contrasta la imagen de aquéllos que aún no lo han hecho. Éste es el caso de la variedad denominada ferragnes, que suele florecer a finales del mes de febrero.
La finca Son Serra, en las proximidades de la carretera de Sòller, es uno de los lugares en los que se encuentran estos almendros tardíos.
Llama la atención contemplar unos 12.000 almendros que aún no han florecido, cuando los del otro lado de la carretera ya lo han hecho y se encuentran en todo su esplendor.
No obstante, de seguir las altas temperaturas que se han registrado durante los últimos días se podría adelantar la floración de los almendros de la variedad ferragnes.
La finca de Son Serra cuenta con una importante producción de almendras. De este modo, durante la pasada campaña recogieron unas 100 toneladas, aunque su propietario Matías Balaguer puntualiza que aún no se ha liquidado todo, por lo que la cifra no es exacta.