La Reforma del Plan de Vivienda estatal, aprobada el pasado viernes en el Consejo de Ministros, tiene por objetivo ampliar el número de beneficiarios de ayudas o pisos de protección oficial y dar salida al elevado «stock» de viviendas que arrastran las empresas promotoras como consecuencia del parón de las ventas. El conseller d'Habitatge, Jaume Carbonero, anunció que el Govern complementará algunas de estas ayudas mediante un decreto autonómico.
Entre las medidas de impulso a la salida al mercado de viviendas sin vender, el Ministerio ha previsto una subvención de 6.000 euros a propietarios o promotores que alquilen viviendas de nueva construcción a precios concertados, en el caso de pisos que hayan estado a la venta por un periodo de más de un año y que cumplan los requisitos básicos de las VPO en términos de superficies y características.
Carbonero recordó que ya había una ayuda de este tipo para propietarios que rehabilitasen pisos para alquilar, cuyos requisitos han sido flexibilizados, aunque dijo que se está estudiando si las dos ayudas son compatibles.
Las subvenciones a los inquilinos apenas varían. Para poder obtener las subvenciones de hasta 240 euros al mes que ya contemplaba el Plan de Vivienda 2005-2008, los beneficiarios deberán tener unos ingresos familiares inferiores a 2'5 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, lo que equivale a unos 1.273 euros al mes.
Otra de las novedades en el mercado de alquiler es la introducción de la figura del alquiler protegido con opción a compra, con lo que los inquilinos podrán adquirir su vivienda transcurridos 10 años desde su construcción.
En el mercado de compra venta, el Gobierno ha actualizado los precios de las viviendas protegidas (4'12 por ciento) y ofrece a los promotores inmobiliarios la posibilidad de vender sus viviendas en «stock» como pisos protegidos. Esta opción ofrece ventajas añadidas, como son una mejor financiación para el comprador y ayudas al promotor.
Entre el resto de novedades introducidas por el Gobierno, el conseller d'Habitatge destacó la creación de la figura del Àrea de Renovación Urbana, que prevé ayudas para la demolición y reconstrucción de áreas degradadas o núcleos con infra viviendas, así como la ampliación de los plazos de amortización de los préstamos calificados para la compra para de pisos protegidos, entre otras.