Felanitx. 10.00 horas de la mañana. Los dos quipos de Trolley, programa que emite IB3 a partir del 1 de diciembre todos los sábados por la noche, están debidamente ubicados; uno, liderado por Joan Monse, en las escalinatas de la parroquia; el otro, al frente del cual va Victòria Maldi, en la Plaça d'Espanya. Media hora después, tras haber trazado el plan a seguir, comienza el rodaje. ¿Quiere usted viajar al Caribe hoy mismo?
Empieza el rodaje, cada equipo por su cuenta y en un espacio determinado, y las sorpresas. Maldi entra en un bar y lo revoluciona. Es evidente que la conocen. «¡Los de Trolley», exclama una clienta, que inicia la huida hacia la barra. Maldi, experta en abordar a la gente, le regala su mejor sonrisa a la vez que le pregunta: ¿Quiere viajar al Caribe hoy mismo? Las excusas no se hacen esperar. «No puedo», «no tengo pasaporte», «no sé si mi jefe...» Lo del pasaporte, no hay problema. Lo hacemos en un instante. Y lo de su jefe? pues le pedimos permiso. «Ya me gustaría, -le dice el hombre apurando el cortado-, pero tengo que ir a hacerme una radiografía». «Se la hace -replica Victoria- y se va el viaje?» Victoria no se arruga. Sabe que no es fácil convencer a cualquiera, así de pronto, a que se marche de viaje en el mismo día.
Por otra parte, y en otra calle -una vía comercial por cierto-, Monse, montado en una bicicleta, micrófono en mano, se acerca a una mujer, que ante la proposición que le hace se queda sorprendida, con la boca abierta. «Deje, deje? ¿Al Caribe?.? ¿Y hoy?.? No puedo, no puedo?». Ahora es a un vendedor de la Once. Dice que en principio estaría dispuesto a ir, pero tras pensárselo unos segundos responde que no puede. «Por lo de casi todos, no tengo pasaporte». Quien diga que sí, que tarde o temprano sale, tiene que ir a casa, hacer la maleta, buscar a alguien que le acompañe, hacer unas pruebas sencillas con el otro concursante, y quien las resuelva mejor, es quien se va de viaje. Naturalmente, esas dos personas que acepten viajar han de poder hacerlo ese mismo día.
Son una serie de problemas que se resuelven sobre la marcha, y si lo hacen en menos tiempo mejor, ya que pueden ganar dinero. Porque de salida se les fija una cantidad, y cuantos más minutos gasten en hacer gestiones, menos dinero conseguirán ya que se le deducirá una cantidad de euros por minuto consumido. Y viceversa, es decir, menos tiempo consumido en resolver problemas, más dinero.
Tomas falsas
¿Anécdotas? Muchísimas. «En las carreras que nos damos yendo a resolver problemas o a hacer gestiones -nos dice Victòria- me he caído dos veces». Seguramente todo eso saldrá en la tomas falsas que emitiremos en Navidad. «Pues yo, en Eivissa -recuerda Monse- tuve que tender la colada a una señora. Nos dijo que sí, que aceptaba viajar, pero tenía que hacerse el pasaporte? pero no podía dejar de tender la ropa. Vaya a hacerse el pasaporte -le dije-, y mientras iba me puse el delantal, cogí el cesto de la ropa y la tendí». Joan Monse nos dice que más de una vez le han pedido relaciones, «incluso han pedido casarse conmigo». En cuanto a los personajes que generalmente aceptan viajar, «suelen ser más bien jóvenes, aunque a mí me hizo mucha gracia uno que llegó vestido de tomatito, con una malla negra y una blusa de licra con un tomate sobre el pecho. Muy fashion», recuerda Victoria.
Sorpresa
Ni que decir tiene que la gente al verlos llegar, micrófono en mano, seguido de dos cámaras, se sorprende, y «aunque ya nos empiezan a conocer, hay quien todavía sale corriendo -añade Victoria-; o hay quien dice que no puede atendernos alegando prisas o que alguien le está esperando en algún lugar; los hay también que se paran, escuchan y si son mayores, contestan con un 'que más quisiera yo que poder ir, pero no puedo'».
Y... Bueno, pues esta es la clave del éxito de Trolley: divertirse concursando y encima ganando viajes y dinero.Pedro Prieto
(texto y foto)