La creciente demanda de amarres en los puertos deportivos de Mallorca, que en la actualidad se encuentran al completo de su capacidad, pone de manifiesto la importancia de estas instalaciones que poseen su faceta de mayor proyección social a través de los clubs náuticos.
Entre ellos, el Real Club Náutico de Palma es por su solera, ubicación y superficie el más representativo de la evolución que ha experimentado la náutica de recreo. Fundado en 1948 tras la disolución de sus ancestros, el Club de Regatas y el Club España, y a punto, por tanto, de cumplir su sesenta aniversario, se erige como el principal organizador de acontecimientos náuticos deportivos de España.
Las actuales instalaciones inauguradas en 2003 por los reyes de España, han heredado su esplendor de antaño para proyectar su cometido hacia el futuro. 1.000 amarres, 20 locales comerciales, dos restaurantes, dos piscinas (una de ellas cubierta) y un gimnasio, forman parte del complejo que ha ampliado el número de salones sociales a la par que incentivado sus galerías y pasillos con expositores y obras de arte.
Su calendario de 2007 ha sumado más de 30 regatas como colofón a un palmarés social y deportivo que se ha consolidado desde la inauguración de sus instalaciones. La celebración de la Copa del Rey desde hace un cuarto de siglo representa la mejor carta de presentación de su relevancia en el panorama nacional e internacional, a la que también han contribuido sus equipos de vela y piragüismo y su escuela de navegación para más de 500 niños.
Según sus responsables, el prestigio, la calidad y la exclusividad han constituido las claves de la imagen proyectada más allá de nuestras aguas.