El presidente de Enagás, Antonio Llardén, se reunió ayer en Palma con el president del Govern, Francesc Antich, y la consellera d'Energia, Francesca Vives, para anunciarles que las obras del gasoducto, que transportará gas natural desde la Península (con punto de partida en Denia, Valencia) hasta Balears, se iniciarán el próximo noviembre con los trabajos de aterraje en Sant Antoni de Portmany (Eivissa).
Estos trabajos de aterraje consisten en abrir pequeños túneles en la costa por donde discurrirá el gasoducto al tocar tierra desde el mar.
Llardén aseguró que estas obras se realizarán mediante una microtuneladora, de tal manera que el gasoducto, ya terrestre, no se verá. La conducción continuará hasta una estación de medida -«cuyo tamaño no excederá el de una caseta», afirmó el presidente de Enagás-, desde donde enlazará con la red de gas de Eivissa, por un lado, y regresará al mar, por otro, para dirigirse hacia Mallorca.
Según los cálculos de Llardén, estas obras de aterraje en Sant Antoni de Portmany se prolongarán hasta mayo de 2008. En verano no se realizarán obras para no coincidir con la temporada turística alta. En octubre de 2008, estas mismas obras de aterraje se llevarán a cabo en Mallorca, concretamente en Sant Joan de Déu, punto de llegada del gasoducto a la Isla.
También en octubre de 2008 se iniciará el tendido submarino del gasoducto. Como se recordará, se trata de una conducción de 260 kilómetros de longitud entre Denia, Sant Antoni de Portmany y Sant Joan de Déu, alcanzando una profundidad máxima de mil metros. A ello hay que añadir 60 kilómetros terrestres entre Montesa y Denia, en Valencia.
Como se recordará, el tramo submarino se compone de 22.500 tubos de 12 metros de longitud y medio metro de diámetro. Estos tubos han sido tratados en una finca de Albacete, ocupando esta actividad una superficie de 400.000 metros cuadrados, equivalente a 16 campos de fútbol.