El Govern defiende el cierre de la línea de metro, de forma indefinida, después de las inundaciones del 21 de agosto y el 22 de septiembre, con la intención de «garantizar la seguridad de las personas que lo utilizan».
Así lo manifestaron ayer el president Francesc Antich y el conseller de Mobilitat i Ordenació del Territori, Gabriel Vicens, en sus respectivas ruedas de prensa. Antich dijo que el Govern ha decretado el cierre en esta ocasión y no lo hizo en agosto precisamente por el hecho de que haya sucedido dos veces, «lo que ha hecho que nos planteáramos seriamente esta determinación» .
Por su parte, el conseller Vicens dijo que el metro permanecerá cerrado «hasta que se pueda asegurar un servicio digno» a los usuarios, y matizó que los problemas que sufre la línea son «graves, estructurales y de diseño», afirmando que la infraestructura fue construida en una zona «inundable y sin garantías».
Vicens apuntó que la línea ha sido construida en una zona «inundable» según el planeamiento de Palma y sin el «suficiente drenaje», lo que, según el conseller, «se sabía desde hace tiempo».
«Las inundaciones en el Polígon de Son Castelló se producen anualmente y son bien conocidas por todos», apuntó ayer Vicens, y matizó que el Govern estudiará si los proyectos de construcción del metro contemplaban esta situación y si recogían las medidas necesarias y adecuadas para evitarlo, algo que, según Vicens, «se irá desvelando a través de la auditoría» que el Ejecutivo autonómico tiene encargada sobre los proyectos de la línea del metro.
«Algunas de las medidas indicadas en los proyectos no se han realizado y también algunas de las medidas de las que dispone el metro son insuficientes para sacar la cantidad de agua que entra en estas estaciones», indicó el conseller de Mobilitat.