Los partidos que forman parte del Govern balear de centro izquierda tienen ya bastante asumido que las obras de construcción del nuevo hospital de Palma se reanudarán en el mismo punto donde se paralizaron hace poco más de un mes: en los terrenos de Son Espases.
Desde hace días diferentes informaciones nacidas en el entorno del nuevo poder político, y de las que este periódico se hizo eco el pasado miércoles, dan por hecho que habrá que reconducir el proyecto y descartar definitivamente la reforma del hospital de Son Dureta, pese a que esta solución aún no se ha descartado.
La solución definitiva está muy próxima, según fuentes del Ejecutivo: la próxima semana se reunirá por primera vez la comisión de seguimiento de los pactos (posiblemente el miércoles o el jueves) y allá Francesc Antich, que es secretario general del PSOE balear además de president, informará a sus socios.
Este diario ha conversado con líderes de todos los partidos. Todos han asumido que «lo más seguro» es que el hospital se construya en Son Espases. Algunos partidos, como UM, no tienen ninguna duda ni plantean críticas. Las principales resistencias provienen del Bloc, y concretamente del PSM. En Esquerra Unida hay división de opiniones y la postura que defiende ERC preocupa bastante menos.
Todas las conversaciones mantenidas por Ultima Hora están supeditadas a no citar las fuentes pero todas son coincidentes: la decisión tendrá un coste político pero la rescisión del contrato obligaría a unas indemnizaciones difíciles de asumir y que la ciudadanía no militante, no comprendería.
Lo que dice el pacto
Ya en la propia campaña electoral, cargos importantes del PSOE mostraron su oposición a convertir el «no» al hospital en una bandera. De ahí que, con independencia del programa de cada partido, el pacto de gobernabilidad aludiera a Son Espases en los siguientes términos: «Paralizar las obras de Son Espases y analizar la situación económica, jurídica y patrimonial para comprobar la viabilidad de construir un nuevo hospital en el solar de Son Dureta».
Lo que se pretende trasmitir desde el PSOE, y también desde UM, es que el programa se ha cumplido y que la solución se ha resuelto en poco más de un mes.
«Lo que ahora toca es preparar el terreno y establecer una buena política de comunicación», según explicaron el pasado miércoles a este diario. Un conseller, a los dos días de su toma de posesión, ya explicó que no podía darse por hecho que el nuevo hospital se construyera en Son Dureta pese a que hay precedentes de reforma hospitalaria mientras continúa la actividad, tanto en la sanidad privada como en la pública, tanto en España como en otros países de Europa.