Los trenes diésel de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) que realizan el trayecto a Inca, sa Pobla y Manacor pueden circular sin problemas por la vía del metro, aunque no al contrario hasta que no se electrifiquen las líneas. Y es que el ancho de las vías es el mismo: un metro.
SFM ha elegido esta medida precisamente por esto, porque en el futuro los trenes se puedan utilizar indistintamente.
Pero no todas las líneas de metro de España tienen la misma medida. El ancho de la vía del metro de Madrid es de 1.445 milímetros, una medida poco común. La red de Barcelona también tiene sus peculiariades.
Mientras la Línea 1, la más antigua, tiene un ancho de 1.674 mm (antiguo ancho ibérico), el resto de trayectos de la Ciudad Condal tiene una amplitud de 1.435 mm (ancho internacional). Los metros de Bilbao y Valencia, en cambio, también tienen el ancho de vía métrico.
El ancho de vía del ferrocarril tiene su historia en Mallorca. El ingeniero Eusebio decidió que el ancho de la primera línea férrea de la Isla -Palma-Inca- fuese de una yarda inglesa: 915 milímetros. Estada era consciente de la responsabilidad que contraía adoptando esa medida y pasado el tiempo fue calificada como un error histórico. De hecho, la cuestión del ancho de vía, según el historiador Nicolau Cañellas, llegó a convertirse en una excusa fácil para justificar la no renovación del material móvil ferroviario y el cierre de las líneas. Lo cierto es que cuando FEVE se hace con las competencias del tren en Balears una de las reformas más importantes que emprende es el cambio del ancho de la vía de 915 milímetros a un metro de ancho, adaptándose a la medida estándar de la vía estrecha española.