España, Francia e Italia liderarán una iniciativa de paz en Oriente Próximo, según se reveló ayer después de la cumbre hispanofrancesa a la que asistieron el presidente galo, Jacques Chirac, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Al proyecto pedirán que se sumen Gran Bretaña, Italia y Alemania. Y si bien es verdad que cualquier esfuerzo para conseguir la paz en este territorio es siempre bien recibido, no es la primera vez que la Unión Europea y la ONU se implican para acabar con la violencia en la zona.
La propuesta sitúa el diálogo entre Israel y Palestina como un objetivo primordial, algo que todavía la comunidad internacional no ha conseguido debido a los incumplimientos de una y otra parte y a las escaladas de atentados terroristas palestinos e incursiones militares israelíes en los que se han producido ya demasiadas muertes de civiles inocentes. Israel ya ha manifestado su oposición al plan, que cuenta con el apoyo de la Autoridad Nacional Palestina.
La iniciativa es compleja y comienza con la petición del cese inmediato de la violencia, como no podría ser de otro modo. Le sigue la formación de un gobierno de unidad nacional en Palestina, un intercambio de prisioneros y la convocatoria de una conferencia de paz.
España y Francia afirman que no quieren permanecer impasibles ante el horror que se vive en Oriente Próximo, pero la solución final pasa por la aceptación de las partes implicadas de los puntos que contempla la iniciativa.
Sin la voluntad necesaria por parte de Israel y Palestina, en estos momentos en entredicho, poco puede aportar la comunidad internacional para establecer un escenario de estabilidad y convivencia pacífica en la zona.