Fátima es una de los 163 niños saharauis que este año han llegado a la Isla para pasar el verano con una familia de acogida hasta el próximo nueve de septiembre gracias al programa «Vacances en Pau». Ultima Horaha querido pasar una jornada con esta pequeña de siete años y con su familia de acogida para conocer cómo ha pasado estos dos meses lejos del sofocante calor, que tienen que soportar estos pequeños en los campos de refugiados del Sáhara. El cambio no ha resultado fácil. Fátima apenas hablaba, no quería comer, no quería jugar ni bañarse. «Tenía pánico al agua y ahora sólo quiere estar en la playa, y aquí ya ves cómo disfruta» comentaba ayer Olvido Terrasa en el parque acuático Western Water Park de Magaluf, donde disfrutaron tirándose por los toboganes y bañándose en las piscinas.
Unas semanas le costó adaptarse al nuevo entorno y sobre todo, comunicarse y hacerse entender. «Ahora desprende energía, es muy lista, aprende cosas a cada segundo. Es tan activa que a veces hasta nos cuesta seguirle el ritmo» dicen Olvido y su marido Manolo, que no tienen hijos y que es la primera vez que acogen a un niño saharaui. La experiencia ha sido muy gratificante para ellos y ambos coinciden en que volverían a repetirla. Están encantados con Fátima y no descartan viajar al Sáhara con los viajes que organiza la Associació de Amics del Poble Saharaui para mantener el contacto con esta pequeña, que les ha vuelto locos, y conocer de primera mano cómo viven los refugiados saharauis.
Fátima volverá dentro de dos semanas a subirse a un avión para reencontrarse con su familia. Volverá a casa con una mochila cargada de cariño y, seguro, de recuerdos inolvidables gracias a la solidaridad.
Ana Largo