No es exactamente el ecuador de la ascensión, porque todavía quedan 2.350 metros de desnivel hasta la cima del Everest, sin embargo se trata de un paso muy importante dentro de la agenda de los expedicionarios mallorquines. El campo 2 es, hoy por hoy, un objetivo alcanzado. De momento, la idea del grupo es permanecer hasta mañana en este lugar situado sobre la morena del glaciar del Lhotse, en el corazón del valle del Silencio.
A las cinco y media de la madrugada de ayer, los sherpas partieron hacia arriba como estaba previsto. Oli y los dos Tolos lo hicieron tres horas más tarde y necesitaron siete para superar los cerca de 1.200 metros de desnivel que separan la base del Campo 2. A pesar de las insistentes ventoleras, que esta noche pasada fueron superiores a las del día anterior (vea la pluma que se levanta sobre el Lho La, a 6.026 m), la decisión de subir era inapelable.
Aplazar un día más la ascensión hubiera complicado las cosas uno poco más a los mallorquines, sobre todo cuando algunos de ellos ya habían empezado a ponerse uno poco nerviosos. De manera que una ofrenda al altar de oraciones y todo marcha. Al final la jugada fue la acertada, el tiempo mejoró y el viento disminuyó de manera considerable, hecho que permitió a los tres escaladores ganar altura con comodidad y con rapidez.
Joan C. Palos (Everest)