Mientras van bajando de los autocares, y tras escuchar las últimas instrucciones que les dan las guías para poder embarcar en el vuelo, los últimos turistas de la temporada turística se despiden antes de que llegue noviembre. El acceso de salidas del aeropuerto de Son Sant Joan fue el escenario escogido para recoger sus primeras impresiones. Mientras recogen las maletas y preparan los pasaportes para embarcar en su vuelo, muchos no dudan en dar su opinión sobre sus vacaciones en Mallorca.
«Una maravilla, volveremos», repetía sin cesar el joven Alex Thompson. Su rostro, con muestras de cansancio, reflejaba la intensidad de unas jornadas vacacionales bien aprovechadas. «Lo malo es que no todo está abierto. Hemos encontrado muchos lugares que ya estaban cerrados», señalaba Thompson antes de volver a su Liverpool natal.
Durante un par de días zascandileó por el Port d'Alcúdia pero, al final, donde iba de noche era al Port de Pollença «más movido». Gerald Evans también embarcaba hacia la misma ciudad, pero sus vacaciones han sido más tranquilas: «Sol, playa, comer y beber. Sólo de vacaciones» indicaba señalándose la barriga. «¿Algo negativo? No, el servicio muy bueno. Tal vez los precios, son un poco caros», señaló.
José A. de Haro