Una hora antes de comenzar el torneo de golf benéfico de Renault Llucmajor, destinado a ADAA (Asociación de Ayuda a los Acompañantes de enfermos de las Illes Balears) y más fresco que una lechuga, Rafael Nadal aparecía por la casa de golf del hotel Marriott donde rellenaba la ficha de jugador. Con él, sus tíos Rafa y Toni y más tarde apareció su otro tío Miquel Àngel. Los cuatro se unieron a sus respectivos equipos, entre los que se encontraba el primer teniente alcalde de Llucmajor, Juan Jaume.
El joven manacorí, luciendo una indumentaria cómoda y vestido de Nike hasta... ¿la ropa interior? realizó unos breves ejercicios de calentamiento en el campo de tiro, afinó su puntería y midió su fuerza en el golpe. Cambió de palos, que si el 7, el 9 o este otro, todos ofrecían la potencia con la que Rafa golpeaba, pero al parecer la bola no era del todo rápida, según el tenista. Antes, desde el campo uno, Rafael Nadal cogió un puñado de ginjols y se los fue comiendo por el camino. El joven, que disfruta de unos días de descanso, ha dedicado parte de los días a colaborar en varias asociaciones y motivos benéficos, siempre con motivo de ayudar a los niños.
Y algunos fueron los niños y niñas que ayer, con empujoncitos de sus padres, se acercaron al joven campeón, que no dudó en fotografiarse con ellos.
Por la noche, en una cena de gala celebrada en el mismo hotel Marriott Son Antem se llevó a cabo la entrega de premios y una rifa benéfica donde Rafa, además de ayudar, aportó una raqueta firmada.
J. Aguirre