Dos de los mayores y más clásicos veleros destinados a cruceros de lujo coincidieron ayer en Palma en sus respectivos itinerarios por el Mediterráneo. Se trata del «Royal Clipper», un formidable cinco palos de 134 metros de eslora que, inspirado en el mítico «Preussen» de 1902, ostenta el título de ser el mayor del mundo y el «Star Clipper», un cuatro palos de la misma compañía.
Sinónimo de belleza, glamour, aventura y tradición impregnaron de sabor novelesco los muelles frente a los cuales levantaban sus 60 metros de altura de arboladura. Apenas 228 pasajeros disfrutan de las instalaciones del «Royal Clipper» cuyos comedor y biblioteca, entre grandes cuadros románticos, paneles de maderas nobles, metales relucientes y terciopelo rojo, bajo una gran claraboya, recuerdan la atmósfera de una novela de Julio Verne.
Pero no todo es antiguo a bordo, ya que ambos y a diferencia de sus antecesores, disponen de piscinas exteriores y 14 suites con veranda privada y jacuzzi, las cuales han sido bautizadas con los nombres de los más famosos clippers históricos como «Cutty Sark» o «Great Republic». A bordo se puede bailar en cubierta bajo las grandes vergas que sostienen hasta 42 velas que suman hasta 5.200 metros cuadrados de superficie. O contemplar el fondo marino desde el Club Nemo con portillos bajo la línea de flotación. Un sueño en el mar que puede costar más de mil euros por día.Gabriel Alomar