Desde que tenía 7 años Chesu Puente no había regresado a Mallorca. Recuerda con alegría aquellos días en que su padre, Jesús Puente, y su madre, Licia Calderón, representaban una obra en el Auditòrium y pasaban las fiestas de Navidad en el hotel. «¡Papá! esto huele a reno» decía aquella pequeña cuando creía que por la bahía palmesana se acercaba Papa Noel con su trineo. Ahora, a sus 25 años, aquella jovencita se ha convertido en una atractiva mujer que trabaja codo con codo con el director de cine José Luis Garci. En el film «Ninette», basada en las obras «Ninette, un señor de Murcia» y «Ninette, modas de París», Chesu Puente ha sido ayudante de dirección.
-¿A qué se debe tu visita a Palma?
-He venido unos días, hasta mañana domingo, para estar con mis
amigas y unos amigos que están participando en las regatas con el
barco «Ilex». Y aprovechar para desconectar, tomar el sol, en fin
un poco de relax.
-¿Y salir de marcha?
-No creas, no salgo mucho de noche. Me cuesta salir de copas,
prefiero el día.
-Sé que no te gusta salir en las revistas del corazón,
pero fuiste objeto de persecución y portada a raíz de tú «amistad»
con Fran Rivera, ¿cómo lo viviste?
-Muy mal. Era una adolescente y me vi metida en un mundo que no
quería. No me gusta hablar de mi vida privada y creo que a la gente
tampoco le importa mi intimidad, pero aquello fue motivo de
persecuciones absurdas.
-Volviendo al mundo del cine, ¿estamos de
moda?
-Creo que no es moda. Es el resultado de muchos años de trabajo. El
cine español tiene una gran calidad.
-¿Con quién te gustaría trabajar?
-Uff, con todos. Pienso que tenemos profesionales muy buenos. Garci
me ha enseñado todo lo que sé. Amenabar es un genio, en fin que
todos, de verdad.
-¿Qué te enseñó tu padre?
Con mirada cristalina y cierta melancolía al escuchar esta
pregunta, Chesu, responde.
-Mi padre me enseñó todo: los valores de la vida, comportamiento,
querer como yo le quería a él y él a mí. Amar mi profesión, en
definitiva, todo lo importante de la vida. Hace cinco años que
murió y es muy duro.
-¿Tienes debilidades?
-Muchas. Soy un poco superticiosa y también celosa, pero bueno,
supongo que como todo el mundo.
-¿Y cómo te mantienes en forma?
-Me gusta ir al gimnasio y aunque tengo una rodilla un poco tocada,
hago yoga, funk, baile y aparatos.
-Y, de comer ¿qué te gusta?
-Las paellas. Mi madre, como buena alicantina, hace unas paellas
deliciosas. Me gusta todo, pero la pasta quizás más.
Sencilla y discreta, Chesu derrochó calidad humana durante una entrevista ejemplar que debería servir para otros que se hacen llamar famosos.
Julián Aguirre