El presidente del Govern, Jaume Matas, achacó ayer a la «desesperación» del secretario general del PSIB, Francesc Antich, la «politización» en las relaciones bilaterales con el Ministerio de Fomento, que se han derivado en «enfrentamientos y desencuentros» por la intermediación del dirigente socialista en un momento dado sobre el Convenio de Carreteras suscritos.
En una entrevista concedida a Europa Press, Matas precisó que esta «desesperación» se produjo cuando Antich «se comprometió personalmente con las Plataformas antiautopistas a boicotear los proyectos del Gobierno, algo que no podía cumplir». Como contrapartida, Matas destacó la actitud demostrada por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con su «propuesta de colaboración y aceptando separar los desencuentros del pasado con los del futuro». De ella también celebró que le subrayara la intención de Zapatero de alcanzar un acuerdo este año con todas las Comunidades Autónomas para mejorar el estado de financiación del sistema sanitario, aplicable a uno de enero de 2006, que debe permitir cubrir las reivindicaciones de Balears por incremento de población.
Con todo ello, el presidente balear extrajo conclusiones positivas del enfrentamiento abierto con Fomento, porque «ha servido para que el PSOE se despierte, se ponga las pilas, Antich vuelva de sus largas vacaciones y hagan un ofrecimiento de nuevo convenio». «Esta es la buena noticia, aunque sólo fuera para fastidiar al Gobierno de Matas. Se consigue que pongan 500 millones sobre la mesa hasta 2.020 para carreteras, aunque no sería de recibo que ese importe fuera a cambio de renunciar a los 400 que ya tenemos, porque entonces no nos darían nada y sería un pésimo negocio para Balears», explicó Matas.