La Conselleria d'Educació del Govern balear está trabajando en un proyecto del que no existen precedentes a nivel nacional, que consiste en la concesión de ayudas a los colegios privados destinadas específicamente a la realización de obras de ampliación o adaptación para conseguir nuevas plazas concertadas, un gasto que ahora corre siempre a cargo del titular del colegio.
La subvención cubriría el 50% del importe de la construcción de las nuevas unidades (es decir, el aula más la parte proporcional de los espacios comunes).
El director general de Planificació i Centres, Rafel Bosch, explicó que «se trata de una iniciativa pionera que, a la vista del mapa escolar y del plan de infraestructuras previstas, se enmarca en nuestro proyecto político de alcanzar la máxima capacidad de elección de los padres».
«Históricamente -apuntó el director general- sabemos que existe una demanda no atendida de plazas concertadas, que se concentra en no más de diez centros de la ciudad, de los 113 colegios concertados que hay».
Cada uno de estos centros, añadió, presenta una casuística distinta, unos tienen capacidad de ampliación y otros no, los que sí la tienen podrían estar interesados en ampliar si tienen una cierta garantía de un concierto educativo. Por lo pronto, la propuesta ha sido ya planteada a una serie de titularidades, algunas de las cuales han mostrado interés.
La idea de la Conselleria es realizar una convocatoria pública, en la que se definirían las zonas en las que existen mayores problemas de demanda constante y no atendida de plazas, y que son tres principalmente: la zona centro, la denominada zona de los colegios y la del Coll d'en Rabassa-Can Pastilla, y quizá también se añadiría la zona del Pont d'Inca, por su gran crecimiento.
A partir de ahí se estudiarían los proyectos de los colegios, que deberán acreditar tanto una fuerte demanda de plazas año tras año, como unas posibilidades físicas y técnicas de creación de nuevas unidades. Otro requisito que se impondrá será la construcción de líneas completas por parte de los centros, es decir tres unidades de Infantil, seis de Primaria y cuatro de ESO (que suponen 345 plazas nuevas, 225 de Infantil y Primaria y 120 de Secundaria), por lo que existiría un compromiso de concierto de trece años.
La forma de pago de estas ayudas, que llegarían para el curso 2006-07, no está decidida todavía, «pero la posibilidad que nos parece más factible es que en el módulo de concierto que recibe el titular del centro para mantenimiento hubiera un complemento que fuera para construcción de unidades nuevas concertadas», concretó Bosch.
LA DEMANDA
Algunos de los centros que, tradicionalmente, tienen más demanda de
plazas no atendida son La Porcíncula, Son Lladó, Sant Josep Obrer,
Madre Alberta, Sant Francesc, La Salle, Sagrat Cor, La Purísima,
Sant Pere, Pius XII o Santa Mónica.
LAS ZONAS
Las zonas de Palma en las que se presentan mayores problemas de
demanda de plazas concertadas son el casco antiguo, la denominada
zona de los colegios, la del Coll d'en Rabassa-Can Pastilla y la
zona del Pont d'Inca, por su gran crecimiento.
EL PRECIO
Concertar una unidad le supone a la administración balear un total
de 33.500 euros por aula y curso en el caso de los niveles de
Infantil y Primaria y más aún, hasta 45.000 euros, en el caso de
las unidades de Secundaria obligatoria.
LOS PRECEDENTES
El director general de Planificació i Centres, Rafel Bosch,
reconoció que existen precedentes de este tipo de ayudas o
subvenciones por parte de una administración pública en otros
sectores, como la industria e incluso el sanitario, pero no el
educativo.