Un mensaje político hecho con otro enfoque diferente y, además, bilingüe. Jaume Matas decidió este año salir de su despacho oficial en el Consolat de la Mar y grabar su mensaje navideño en un entorno menos frío y distante: la Fundació Miró.
No sólo cambio el escenario, sino también la realización. Desapareció el fondo estático oficial, que se sustituyó por fondos cambiantes, desde obras pictóricas colgadas en la Fundació o el escudo de la Comunitat proyectado en color azul en una de las paredes del recinto. En la realización también cambió la forma de enfocar al president. El fondo se hizo móvil y la cámara se alejó o se acercó de Jaume Matas para dar más movimiento al mensaje.
El resultado fue un discurso mucho más moderno que otros años, más ágil, mejor presentado y más fácil de concretar con los televidente. En resumen, más que un discurso oficial, Matas parecía estar dando una charla o manteniendo una amena conversación, con la mirada fija, eso sí, a la cámara televisiva.
Por lo que respecta al discurso en sí, uno de los aspectos más llamativos fue que Jaume Matas pasó del catalán al castellano sin motivo aparente, haciendo gala del bilingüismo que con tanto ahinco defiende el PP.