2005 ya está aquí con el deseo de que sea un año mejor que el anterior. Cientos de ciudadanos eligieron la plaça de Cort para recibir al año nuevo en un ambiente que desbordó alegría y con muchas ganas de pasarlo bien por parte de todos.
Como viene siendo habitual desde hace unos años, la concentración humana tuvo un buen componente de personas inmigrantes, quienes pusieron aún si cabe más alegría en el centro neurálgico de Ciutat. Tampoco faltaron grupos de turistas que quisieron vivir «in situ» esta celebración.
Palma tuvo la fortuna de contar con una Nochevieja bastante apacible en cuanto a clima, lo que se tradujo en una afluencia masiva de ciudadanos, muchos de ellos ataviados con los típicos elementos de fiesta como antifaces, gorros de Papa Noel, serpentinas y collares de espumillón.
FotoJ. Morey