Varios colegios de Infantil y Primaria de Mallorca guardaron ayer un minuto de silencio por las 339 víctimas de Beslán (niños y profesores). Fue un acto de solidaridad de gran intensidad que demostró con contundencia como los escolares mallorquines recordaban a los alumnos rusos, asesinados en una masacre cruel e injustificada.
En los patios de los colegios cuesta encontrar el silencio, pero ayer la quietud se hizo realidad. Centenares de niños y niñas callaron súbitamente, algunos con expresión reconcentrada, como si estuviesen pensando en el verdadero significado de la palabra violencia.
La asociación Adipma (Associació de Directors/es d'Infantil i Primaria de Mallorca), que tiene una cincuentena de colegios asociados, propuso la iniciativa. También algunos colegios privados-concertados quisieron mostrar su solidaridad, como La Salle o Santa Mónica de Ciutat.
A distintas horas de la mañana, los colegios públicos Jaume I (Palma), Miquel Costa i Llobera (Palma), Nostra Senyora de Robines (Binissalem), Montaure (Mancor) o Es Puig (Lloseta), entre otros, llenaron sus patios con todo su alumnado. Al momento señalado se hizo el silencio.
11.30 de la mañana. Los 475 alumnos del Jaume I (entre 3 y 12 años) recordaron con sentimiento a las víctimas de Osetia. Poco después, Tamara Pozuelo, de 11 años y 5º de Primaria, aseguraba: «Los terroristas lo han hecho muy mal. Somos niños, inocentes».María Delázaro, de 10 años y también de 5º de Primaria, aseveraba: «No somos un juguete, somos personas. Los niños no tiene la culpa de toda esta violencia». Karen Ayelen, de 11 años y de 6º de primaria, añadía con cara preocupada que «en el mundo hay demasiada violencia. Algunos adultos son idiotas. Vi las imágenes del secuestro por la televisión y se me pusieron los pelos de punta».
J. Miguel Irles, de 10 años y 6º de Primaria, decía: «Hay demasiado odio en este mundo. Los terroristas no tienen derecho a hacer esto. La gente no comprende que hay violencia porque las personas no entienden que todas las razas y los pueblos tienen absolutamente los mismos derechos». Sabias palabras.