María Jesús Ruiz, Miss España 2004, ha llegado a Palma para asistir mañana a la elección de Miss Balears. Se hospeda en el hotel Palas Atenea, y ayer a mediodía la encontramos refrescándose en su piscina. María Jesús, hasta que fue coronada la más guapa del país, era profesora de francés y estudiante de Pisicopedagogía, «y hasta que esto acabe, no tengo muy claro el futuro, si volver a la enseñanza o aceptar algunas de las proposiciones que me han hecho. Me gustaría hacer televisión y pasarela».
De momento está disfrutando del título, «que para mí es una experiencia maravillosa. Desde el pasado 28 de marzo, en que gané el certamen, la vida ha cambiado totalmente para mí». Y tanto, porque aparte de viajar por todo el país y ser a menudo noticia, Miss España la catapultó a Miss Universo, certamen que se celebró en Quito, donde no consiguió pódium, «pero me lo pasé muy bien y conocí a mucha gente». Por cierto, antes de partir a tierras ecuatorianas, se dio un retoque quirúrgico en los pechos, «ya que, y en primer lugar, a mí me apetecía, y en segundo, como pregunté si pasaba algo si me operaba y me respondieron que no, me decidí. Además, no tiene nada de malo mejorar la figura de una, y más cuando se vive de la imagen. Por ello, jamás me avergonzaré por haberme operado el pecho».
A la guapa jienense no le preocupó la polémica que originó su proclamación, «pues eso pasa en todos los certámenes». Tampoco le gusta hablar del chico con el que sale, fotógrafo de agencia y jefe de prensa del certamen de Miss España, quien, además, va a tener un hijo con otra mujer, «con la que dejó de salir antes de conocerme». Tampoco sabe a cuánto se cotiza un top less suyo, aunque si llega el momento... «no sé lo que pasaría, porque no quiero decir que de este agua no beberé. Pero en principio, no interesa».
Pedro Prieto