La princesa de Peslav, la mallorquina Rosario Nadal, acudió ayer al cementerio de Ciutat con motivo del entierro de su abuela materna, Isabel Villalonga Amorós, condesa viuda de Olocau, que falleció en Palma de Mallorca el pasado día 29 de junio, a la edad de 96 años.
Tan doloroso momento fue compartido por toda la familia, muy unida, y amigas de la fallecida, en el tanatorio de Palma. Isabel Villalonga, su abuela, era viuda de Joaquín Fuster de Puigdorfila Zaforteza, conde de Olocau y antiguo propietario de los terrenos de Son Lladó, donde se construyó la UIB.
No siempre las informaciones que nos toca cubrir a los periodistas de la prensa rosa o del corazón son gratas. En esta ocasión tuvimos que trabajar con la mayor discreción y en un entorno de gran dolor, vivido por una de las mujeres más elegantes del mundo en la última despedida a su abuela.
La mallorquina Rosario Nadal, considerada como uno de los iconos de mujer elegante y con clase de la alta sociedad, volvió a destacar por su elegante indumentaria. Su marido, Kiryl de Bulgaria, también acompañó a su esposa en la mañana del martes cuando se acercaron hasta el tanatorio. Anoche se celebró en la iglesia parroquial de San Nicolás de Palma el funeral. Durante estos días Rosario Nadal, a pesar de guardar un riguroso luto, volvió a deslumbrar en varias ocasiones. Bolso de Channel y conjunto de pantalón. El día anterior falda y jersey, con zapatos de punta y gafas oscuras fue el atuendo elegido.
El matrimonio formado por Rosario Nadal y Kiryl de Bulgaria volverá a veranear en la Isla junto a su familia y quién sabe si este año sorprenderán una vez más, siendo unos perfectos anfitriones de personajes de reconocida fama internacional como Gwyneth Paltrow, Haakon de Noruega, Mette Maritt o Rania de Jordania, entre otros.
Julián Aguirre