Un grupo de 46 personas que forman parte de Voluntaris per Mallorca se trasladó el pasado domingo hasta la finca Son Amer, ubicada en el término municipal de Escorca, para realizar tareas de limpieza y recuperación de la zona. En esta jornada participaron, además de adultos, niños de entre 2 y 14 años y personas de distintas nacionalidades, como noruegos, colombianos, polacos y rusos. Con esta iniciativa, los padres querían implicar a sus hijos en el medio ambiente para que tomen conciencia de la importancia del cuidado del mismo.
También se llevaron a cabo tareas de recuperación de las vallas de esa área que estaban deterioradas. Después de la jornada, que fue descrita por los responsables como «ardua y laboriosa», se dio paso a la esperada torrada, que sirvió para recuperar las fuerzas perdidas. Los voluntarios pudieron contemplar el olivar de Son Amer, que ha sido recuperado por el Taller ocupacional de Formació. Este taller ha sido el encargado de recuperar más de 260 olivos milenarios de toda la Isla abandonados hace más de 25 años. También, prepararon entre 90 y 100 casetas de nido que serán colocadas en breve en esta finca. La finca de Son Amer, que destaca por su belleza y tradición, tiene 140 hectáreas y fue comprada en el año 1999 por el Consell de Mallorca.
Con esta subida a la finca de Son Amer, ya son cuatro las salidas que este grupo ha realizado durante este año. La del domingo fue una jornada de solidaridad y convivencia con el medio ambiente en uno de los entornos más bellos de Mallorca.
Michels