La Asociación de Usuarios del Tren (AUT), que mañana se constituirá de manera formal en una asamblea que se celebrará en el Centre Cultural Sa Nostra, nace con el objetivo de actuar como interlocutor de los ciudadanos que emplean ese medio de transporte con la Administración. Así lo confirmaron ayer Antoni Rebassa, presidente de la AUT, Miquel Llompart, secretario, y Guiem Ramis, tesorero, quienes calificaron la iniciativa de «auténtica necesidad» de los usuarios ante «las notorias deficiencias existentes en el servicio que reciben». Como ejemplo de anomalías citaron aspectos básicos de seguridad, ya que «en algunos tramos de la vía entre Inca y Santa María el tren parece que se sale de la vía y que va a descarrilar, con las puertas herméticamente cerradas y con grave peligro en caso de incendio», indicaron.
Los representantes de los usuarios consideran, asimismo, que los usuarios más fieles al tren deberían contar con incentivos económicos, ya que «si se juntan cuatro o cinco personas, les es más rentable viajar en coche que hacerlo en tren». También, criticaron la falta de espacios en los vagones, la suciedad y la descoordinación entre los horarios de los trenes y los servicios de autobuses.
«Ni siquiera contamos con un libro de reclamaciones, por ello, consideramos imprescindible crear la asociación para que podamos ser escuchados», dijo Rebassa, quien subrayó que en las unidades de tren disponibles en la actualidad «no caben más usuarios».