Son las dos mujeres del contingente balear destacado en la base España, de Istok, en Kosovo. Sus nombres son Rosario Herrera, canaria, de Lanzarote, adscrita a la compañía de mantenimiento, trabaja en la oficina del capitán Alzamora, que es el jefe de dicha compañía, y Mari Carmen Monroy, de Salamanca, destinada en la sección de mantenimiento de la Plana Mayor de Mando, a las órdenes directas del capitán Prada, jefe de la sección. La primera ingresó en el Ejército el 26 de diciembre de 2000, con destino en Mallorca desde hace seis meses.
«Cuando me hablaron del Ejército no me lo pensé e ingresé. Y si me vine a una isla desde otra fue porque me hablaron muy bien de ésta. Y no me engañaron». Antes, trabajaba en el bar que heredó de su padre al que piensa regresar pronto, «a no ser que se convoquen oposiciones a cabo; entonces intentaré volver a Lanzarote y me plantearé si sigo en el Ejército. De lo contrario, volveré a la vida civil una vez que finalice mi contrato, considerando la experiencia como muy buena».
Por su parte, Mari Carmen ingresó en la milicia en octubre del 2000, y prácticamente desde entonces está en Mallorca donde se siente muy a gusto. Antes de soldado, trabajó en una frutería y luego en un supermercado. «¿Que por qué ingresé? Porque desde siempre me había gustado ser militar. Tengo claro que voy a seguir, pues estoy muy a gusto haciendo lo que hago. Mi intención es la de ingresar en la academia para hacer el curso de sargento».