El anuncio del compromiso del príncipe don Felipe con la periodista Letizia Ortiz, ha abierto un paréntesis en las andanzas de famosos y casposos del país. Por tanto, que el clan Pajares se quede tranquilo, al igual que Norma Duval, la Pantoja y su alcalde. Y Mila. Y los grandes hermanos, y la telebasura en general. Porque ahora mismo lo que vale, no sólo en prensa rosa, sino en prensa en general, es eso: Felipe y Letizia. Ésta, además de periodista, hija y nieta de periodistas, con madre sindicalista. ¿Acaso es poco? ¿No creen que ahí hay tema para parar un tren en esta especie de Gran Hermano, Salsa Rosa o Tómbola en que se ha convertido nuestra vida? Por eso los demás nada tienen que hacer. Aquí manda la boda y sus circunstancias. Por lo pronto, aunque sólo sea con la boca pequeña, ya han surgido comentarios sobre si es mujer divorciada. Porque miren, al padre de ella seguro que ya le han dado el toque por largar en Salsa Rosa. Y respecto a la madre, mientras no haya movidas sindicales, tampoco habrá que preocuparse por nada, que cuando las haya ya hablaremos.
Y es que hoy en este país no es fácil ser futura reina de España. Por cierto, ¿recuerdan que ayer comentábamos que una de las fotos más buscadas era la de la boda de Letizia con su profesor? Pues medio Madrid periodístico anda tras ella. Seguro que el ex no la da, pero ¿y la que se hizo el amigo con la instamatic durante el convite... qué me dicen?
Y la última: a primeros del mes de agosto, un barco de 30 metros con nombre de yogourt, con base en Barcelona, dicen que con ella a bordo, pudo haber recogido al príncipe en Palma.
Pedro Prieto