El concejal y presidente de la empresa municipal Emaya, Antonio Nadal, compareció ayer como testigo ante la juez que instruye la denuncia por delito ecológico presentada por la Fiscalía, que pretende averiguar si se arroja agua sin depurar en la bahía de Ciutat Jardí. Nadal acudió a esta cita acompañado por el abogado Rafael Perera y entregó toda la documentación que se le solicitó, sobre todo resultados de análisis de agua.
El concejal de Cort explicó a la juez y a la fiscal el funcionamiento de la depuradora de Palma, y mantuvo que es la mejor instalación que existe en Baleares «aunque funciona desde hace 30 años». Descartó la posibilidad de que se haya cometido un delito ecológico en la bahía y defendió el sistema que se emplea. El político detalló que sólo en casos extremos, como averías o grandes tormentas, se elimina alguna de las fases de depuración y se permite que el agua llegue antes al mar.
Sin embargo, aclaró que ello no significa que esta agua «esté contaminada. Ha recibido más o menos tratamiento de depuración, pero no es contaminante». Nadal quiso aclarar que estos emisarios «no son desagües», sino que «forman parte del mecanismo de la depuradora. Cuando el agua no ha podido pasar por todas las fases, el mar, de forma natural, tiene la capacidad de absorber esta suciedad».