LL. LORENZO
En Mallorca no se están construyendo las viviendas suficientes para
las nuevas familias formadas, sobre todo, por inmigrantes. Entre
enero de 1998 y diciembre de 2001 se han construido en Mallorca
29.572 viviendas que han recibido el visado de fin de obra, según
el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, presidido por
Jaume Gibert. Por contra, durante este tiempo, la población de
Mallorca ha crecido en 93.268 habitantes, cifra que en un 90 por
ciento corresponde a inmigrantes venidos de la Península, la Unión
Europea y otros países. Es decir, se ha construido una vivienda por
cada 3,15 nuevos ciudadanos en Mallorca.
Esta situación del mercado inmobiliario explicaría, en parte, que los precios se hayan podido mantener o incluso aumentar, ya que la población de la Isla ha crecido. Lo cierto es que esta falta de oferta y el alto precio del metro cuadrado también ha provocado que las nuevas familias, principalmente de inmigrantes, se aglutinen en pisos compartidos y que los jóvenes mallorquines se lo piensen dos veces antes de abandonar el hogar familiar.
Precisamente, según datos del padrón de este año del Ajuntament de Palma, en la ciudad hay casi tres mil viviendas ocupadas por seis o más personas. Asimismo, el Ajuntament tienen localizados pisos donde viven más de quince personas, todas ellas extracomunitarias. En relación a los jóvenes de Mallorca, al igual que los del resto de Balears, un estudio realizado por el Observatorio de la Vivienda Joven de España, vinculado al Consejo de la Juventud estatal y balear, señala que uno de cada cuatro jóvenes no ha podido emanciparse.