El PP y el PSOE han echado cuentas y unos centenares de votos pueden decidir, este otoño, la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que ostenta Rita Barberá (PP) y que los socialistas intentan alcanzar.
Hasta las pasadas elecciones, los votos municipales que aportan los ayuntamientos de las Islas con voto en la FEMP -todos los que, a su vez, están representados en la FELIB, la federación de entidades locales que aún preside Margarita Nájera- eran de mayoría «progresista». Las cosas han cambiado y los consistorios gobernados por el PP, entre ellos el de Palma, que abandonaron la FELIB y constituyeron su propia asociación (la AMIB), han decidido volver y hacer valer sus votos.
Nájera todavía no ha convocado la asamblea de la FELIB. Según explica lo ha hecho a petición del PP, para que los ayuntamientos fugados puedan volver. El proceso puede durar un par de meses y aún no está claro si llegarán a tiempo a la asamblea de la FEMP. La dirección federal socialista ha informado a Nájera que unos centenares de votos pueden decidir la presidencia.