Las playas son el destino favorito de los turistas al llegar a las Balears. Buscan sol y playa, pero también comodidad y protección del sol. Sin embargo, el precio que tienen que pagar por dos hamacas y una sombrilla es, a menudo, según los hoteleros, abusivo.
De la distribución del número de hamacas y sombrillas en las playas es responsable la dirección general de Puertos y Litoral de la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear, mientras que Demarcación de Costas, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, se encarga de autorizar la explotación de estos servicios durante la temporada de verano.
La especulación que se origina en torno a este tema y las polémicas que se derivan son el orden de cada verano. Es el caso de la playa de Can Picafort, cuya explotación está dividida en tres sectores que llevan dos empresas: Riutort Verdera S.L. i Gabriel Ballester Martorell. Los socialistas de Santa Margalida denunciaron una subida ilegal del precio de las hamacas, ocasionada por las adjudicatarias (Ballester i Riutort) a quienes el Ajuntament de Santa Margalida autorizó a cobrar 2,40 euros por hamaca. En el caso de Concessions Ballester, según el PSOE se ha llegado a cobrar 4,80 euros y 2,50 euros en el caso de Riutort. Según el grupo socialista, este hecho supone un falseamiento de la subasta pública.