La central eléctrica de Son Reus reduciría a la mitad sus emisiones de dióxido de carbono si funcionase con gas natural, combustible para la que fue específicamente diseñada, según datos de ENDESA. En la actualidad, Son Reus emite 1.003 gramos de dióxido de carbono por kilovatio/hora producido. Este nivel de emisiones se encuentra por encima de la media de las centrales de fuel-gas de ENDESA, fijada en 710 gramos. Sin embargo, esta circunstancia no se debe a un deficiente funcionamiento de Son Reus, sino que, a causa de la falta de gas natural para su alimentación, la central debe recurrir al fuel como combustible. Con gas natural, su emisión sería de 502 gramos de dióxido de carbono por kilovatio/hora, como en el resto de centrales térmicas de ciclo combinado de la citada empresa.
Pero no sólo hay que hablar de dióxido de carbono. Son Reus produce en la actualidad 0'63 gramos de dióxido de azufre por kilovatio/hora, en este caso por debajo de la media de las centrales de fuel-gas, que es de 2'24 gramos. Sin embargo, con el gas natural como combustible, las emisiones de dióxido de azufre en Son Reus se reducirían a 0'01 gramos o incluso menos, es decir, serían prácticamente nulas.
En cuanto a la central térmica del Murterar (Alcúdia), que se alimenta de carbón, los datos son positivos. Todas sus emisiones son inferiores a la media de las centrales de ENDESA con el carbón como combustible. En dióxido de carbono, el Murterar produce 877 gramos por kilovatio/hora, cuando la media es de 929. En dióxido de azufre emite 2'56 gramos, frente a una media de 15'74. En óxido de nitrógeno, produce 1'84 gramos frente a una media de 2'8. Finalmente, en partículas, sus emisiones son de 0'26 gramos, cuando la media es de 0'31.